Recientemente participé en la eliminatoria del concurso de poesía en verso libre que organizan los chicos de La Luciérnaga Azul para el Festival de la Cucaracha en la ciudad de León. Yo no sabía en absoluto que este tipo de eventos paganos se llevan a cabo en mi ciudad de origen y no fue sino por la insistencia de mi buen amigo Emilio que me animé a presentar este poema.
Gracias a él, descubrí un mundo de porquería dentro de mi cabeza infestado de insectos de patas cosquilludas, pero antes de presentárselo a ustedes, me gustaría platicarles la experiencia.
Por supuesto que llegué bien puntual al evento (no como Emilio que llegó media hora tarde sin importarle que él era el único jurado de la eliminatoria de poesía), gracias a ello, alcancé a degustar de los bocadillos más grandes que ofrecían en el lugar, eran algo así como cucaracha aplastada con chancla cubierta de chocolate y espolvoreada de patitas peludas y, para aquellos que no gustaran de estos bocadillos, pues también había cucarachas sin aplastar, fresquecitas y crocantes.
Pero en fin, nos obligaron a probarlas porque era requisito para poder pasar a recitar nuestro poema. Entonces, con las patas meneándose entre los dientes, esperamos pacientes a que llegara nuestro turno de dejarlas salir (a nuestras cucarachas) y así sin más, aquí están las mías, que las disfruten amigos, los dejo puestos y dispuestos a leer este pequeñito poema deseándoles antes que nada, que su mundo esté lleno de cucarachitas.
P.D. No se me vayan a emocionar de más, espero dejarles un buen sabor de boca y bueno, no me queda más que invitarlos (les juro que no me pagaron por esto) a que conozcan de qué se trata el festival, me parece una muy buena iniciativa y creo que va para grande la cosa. Ahora sí:
L A F U E N T E
Desperté de noche
Tendido en el suelo
Con las manos atadas
Abrazando un árbol.
Con los ojos abiertos
Mirando el cielo
Ausente de luz
De estrellas lejanas.
Hermoso follaje
De hojas doradas,
Meciéndose al viento
Las ramas chuecas.
Nocturno paisaje
Lejano el aliento,
Una ráfaga fuerte
Las tornó secas.
Volaron insectos
Sobre mi cabeza,
Algunos cayeron
Arropándome el cuerpo.
Caricia perversa
De distintos trayectos,
Provocando ansias
De cierta rareza.
Amarrado y solo,
Abandonado a la suerte,
Sentí el abrazo
De asquerosas criaturas.
Sediento y hambriento
Con el cuerpo inerte,
En mi mente surgieron
Inmensas locuras.
Me dejé llevar
Por todas las patas
Que erizaban la piel
Llena de lodo.
Me comencé a excitar
Y me puse a gatas
Y muy traviesas
Entraron a modo.
Abrí la boca
Y esperé con calma
A que llegara alguna
Hasta mis dientes.
Que cosa tan loca
Sucedió entonces
Pues una por una
Entraron calientes.
Tres por detrás
Cuatro de frente
Un pelotón
Marchando por dentro,
Estrella fugaz
Que iluminó de repente
Aquel territorio
Un cuerpo violento.
Las sentí avanzar
Por las entrañas
Juntándose todas,
Remolino creciente.
El vientre tembló,
Convulsiones extrañas,
Y luego se abrió
Del ombligo una fuente.
Corrientes fugaces
De cucarachas
Inundaban mi cuerpo,
Tirado en el suelo.
Extraños disfraces
Te deja la muerte
Incapaz de evitarlos
Después del duelo.