Hace tres años veíamos como Lady Gaga se autodestruia con su álbum Artpop, que en sí no es malo, lo puedo jurar, el disco tiene sus buenos momentos. Lo malo era ver a una Lady Gaga al punto de la ridiculez, con la misma fórmula sobresaturada e irreverente de años atrás; vaya!, hasta los payasos cansan con el mismo chiste dos veces.
En aquella época, para sus "haters" era un acto gozoso verla desesperada por resurgir mientras Katy Perry reinaba en los charts con Roar y Dark Horse al mismo tiempo. Lo más relevante de aquella era para Lady Gaga fueron los memes durante la ceremonia de los Óscar, una cosa imperdible y que si no sabes de qué hablo deberías googlearlo. Ah, también por aquella época grabó un disco de jazz con Tonny Bennett… Un minuto de silencio.
Fue el mismo Elton John que le aconsejo ser sincera, que dejará de ser pretenciosa y volviera a sus inicios. Y al parecer así fue. Este año regresa con Joanne, su quinto trabajo de estudio y aunque tenía mis dudas de expresar mi opinión, creo que ya podemos vislumbrar a una Lady Gaga honesta, sin parafernalia y con guitarra en mano, dispuesta a comprometerse como cantante y artista de un pop de autor. El álbum viene como referencia a su nombre de pila, pero para serles sincero me importa más el contenido que el trasfondo.
Joanne está producido por Mark Ronson, he aquí la clave para que Lady Gaga consiguiera que este álbum fuera diferente a sus antecesores, y en definitiva, es un antes y un después. También incluye colaboraciones con la vocalista de Florence and The machine y productores de Nashville, la cuna del género country.
Pero es aquí cuando entra la controversia. Su primer sencillo, Perfect ilusión, muestra a un Lady Gaga en una nueva faceta musical, un rock ochentero con una adrenalina electrizante y un registro vocal muy diferente y fresco; claro, siempre bajo un filtro pop. Nada de esto suena a Poker Face, ni a Alejandro, éxitos que llevaron a la cantante a la cima de los charts. Todo aquí dista de lo que nos tenía acostumbrados y tal vez por eso la canción se hundió en los Charts rápidamente, en las plataformas Streaming como Spotify y ITunes no ha logrado entrar a los 50 más escuchados a nivel global . En YouTube las visitas son bastante bajas, considerando que nos estamos refiriendo a una artista pop de alta gama. Todo se debe al estigma musical al que nos tenía acostumbrado, rudo, explosivo y cacofónico.
Pero seamos sinceros, en estos tiempos y más en la carnívora industria musical la honestidad es un precio que se paga muy caro, y muy pocas artistas pueden jactarse de hacerlo. Su segundo sencillo Millions Reasons, apenas liberado hace una semana, es una balada poderosa, por momentos intima por otros explosiva y cargada de un gran sentimiento melancólico. La voz de Gaga suena, y suena clara, sin arreglos ni sintetizadores; toda una posible sorpresa para los que la escuchen.
A resumidas cuentas, Lady Gaga regresa con una apuesta arriesgada, y al parecer está dispuesta a pagar todas las consecuencias, y aunque no domine los Charts mundiales, eso no quiera decir que Lady Gaga este lejos de haber grabado el mejor álbum de su carrera. Y de paso dirigirse a un nuevo público que esté alejado de sus anteriores smash hits. Aplaudo su nuevo rumbo musical, más hacia el pop experimental que al glam pop, y por demás, era lo que debió hacer hace tres años. No más Bad Romance, no más vestidos de carne cruda… por ahora.