Sueño con metáforas golpeando mi puerta,
palabras escurriendo por la ventana,
versos arrastrando por el piso hasta inundar
mi habitación. Sueño con metáforas que transforman
el aire en proverbios colmados de lucidez
por todas partes, todos juntos danzando en mi espacio
como quien sopla un diente de león.
Y apenas despierto después de mis ojos
abro la puerta, recorro la persiana ávido
de iluminación pero una corriente de espectros
fantasmagóricos me arrebata la alegoría.
El ambiente se vuelve tenso, incluso,
siento que me falta el aire, respirar me pesa
como si una hogaza de pan invadiera mi tráquea .
Huyen las metáforas,
despavoridas sin mirar atrás.
Yo solo callo y observo.
En el ajetreo y la desesperación
por abandonar mi casa
de algunas frases se desprendieron letras,
y éstas, al no encontrar la puerta
se ocultaron donde pudieron.
Algunas debajo de la cama,
otras detrás del ropero, y las más menos
dentro de mi cuaderno se organizaron
y escribieron esto.