Mi miedo a mi pasado. Por Mari Pineda.

Me da miedo volver a mi pasado, aceptar que soy todo lo que una vez fui ya que no queda más por vivir. No me gusta sentir que no hay nuevas historias por contar o que no puedo crear nuevos escritos ya que todos relatan las mismas perdidas.

Me aterra el hecho de no poder buscar nuevas experiencias y darme cuenta que mis primeras veces ya se terminaron. Agoté hace tiempo mi primera vez con el alcohol, en una noche de melancolía con un amigo que llevaba consigo un corazón roto. Escuchamos canciones de Shakira y Comisario pantera, cantando también aquellas canciones norteñas para sacar un poquito el dolor de su corazón marchito. Fue aquella vez también cuando experimenté la sensación que la nicotina deja en los labios.

En cuanto mi primera vez con el corazón roto, lo experimenté a los diecinueve años, cuando yo me fui para buscarme y él no intentó detenerme. Fue vivir las primaveras con frio y cobijas sobre mi cuerpo, cuando el sol quemaba el pasto y a las personas que transitaban las aceras. Mi primera vez amando, se fue cuando dejé ir. Me vi al espejo y supe que realmente le amaba cuando él debía emprender vuelo y que yo no estaba lista para acompañarle, que mis alas aún no estaban del todo desarrolladas y él no merecía volar con peso muerto. Así que lo dejé irse, quedando colapsada todas las noches de junio. En cuanto el miedo a no ser aceptada, sucedió aquel día en que fui evaluada para entrar a una universidad, entré a tres.

Sucede que después de tantas primeras veces, mi cántaro de nuevas experiencias se fue vaciando y hoy, justo cuando terminé de comer por primera vez en todo el día, un sábado por la noche, pienso en el miedo que me da volver a atrás y vivir esas experiencias porque no hay más en mi lista, que las ganas de viajar sola se terminaron tras múltiples destinos, que el apetito por comer helado en el frio diciembre ya no está y que hace días dejé con el tiempo, mis ganas de volver a descubrir películas nuevas y es por ello que ahora solo repito series y dramas antiguos. Los cortometrajes amorosos que amaba se acabaron cuando aprendí los diálogos y mi mente normalizó la emoción transmitida, que no hay más ganas por aprender a cocinar postres nuevos, me viví muy rápido.

Pero el mayor miedo es tener que volver a lo antiguo porque lo nuevo no resultó como esperaba, porque los amores ya no son suficientes y las canciones suelen ser repetitivas.

No quiero voltear en unos años y verme al lado de algún exnovio, volviendo a lo seguro solo porque no pude estar con nadie más en mi futuro, porque mis miedos nos arrebataron las ganas de ser mejores. A veces es necesario darle vuelta a la página, me gustaría saber cómo convertir todo lo pasado en algo efímero, temporal y fugaz, pero estamos a inicios de un nuevo año y aún tengo cadenas oxidadas atadas a amores pasados, amistades marchitas y sueños colapsados.

 

Arte: Talantbeck Chekirov

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Escribir por Coralia Mares

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