El mito de Casandra o de la carrera al Eliseo por Daniel Gutiérrez Medrano

O Dieux! Dieux! ô terre! ô Apollon! ô Apollon!

Agammenon, Eschyle

 

La literatura griega ha servido de inspiración para cientos de autores a través de la historia de la humanidad. La Iliada y la Odisea son textos que de alguna forma u otra conocemos; ya sea por alguna paráfrasis o por algún filme barato. Para no hacerla más larga, el Ciclo Troyano es la fuente literaria  más importante y más rica que tiene toda la literatura occidental. Personajes, escenarios, mitos y leyendas engloban un universo divino y humano en el que se entremezcla la fantasía y la realidad.

El mito de Cassandra es bien conocido por todos los que somos fanáticos de la literatura griega. No ahondaré mucho en el tema, así que se los presentaré de una manera muy somera. Casandra era hija de Priamo y Hécuba, reyes de la desgraciada Troya. Desde muy joven fue consagrada al dios griego Apolo, patrono de su reino natal. Vista con amor por la deidad griega, Casandra prometió un encuentro carnal con él a cambio de obtener el don de la clarividencia. Llegada la fecha, el numen cumplió su palabra y nuestra protagonista decidió simplemente no hacerlo. ¿Qué consecuencias tuvo su falta de palabra?  Fácil, Apolo, en una rabieta, escupió la boca de esta triste mujer y la maldijo ¿Cómo lo hizo? Nadie nunca creería palabra alguna que saliera de su boca. Vería el futuro, la destrucción de Troya, la muerte de sus seres amados, incluso la suya; y nadie jamás atendería a sus advertencias.

Seguramente se preguntarán ¿qué tiene que ver este antiguo mito griego con las elecciones francesas? Amigo lector, yo le respondería que mucho. El auge de las redes sociales  y la proliferación de los medios de comunicación masivos han dado al receptor la posibilidad de elegir, opinar e incluso cuestionar a los que anteriormente eran los medios informativos tradicionales. Podríamos decir que está de moda poner en entredicho a todos aquellos medios y agencias comunicativas (Mainstream Media) que durante tantos años nos proveyeron de la información que nos formó el criterio que actualmente tenemos (sí es que  lo podemos llamar así). Todo esto aunado a la guerra que muchos políticos han emprendido contra estos medios informativos, pero esa es otra historia.

Me gustaría invocar ahora a Michel Houellebecq, autor de la polémica novela Soumission (2015) en la que describe un futuro diatópico. Una Francia completamente islamizada en todos los sentidos que tal adjetivo denota. El mismo autor invocó y comparó dicho mito con la “realidad” ficta en el transcurso de los primeros capítulos de la novela. El objetivo, el mismo de todos los quinquenios, evitar que Marine Le Pen y que el Frente Nacional lleguen a la presidencia de la República Francesa toda costa. El resultado, el triunfo de un candidato de un partido islámico que llevó al país más cerca de la Sharía que de la Déclaration des droits de l’homme et du citoyen (1789).

Regresando a la realidad, las agencias y medios informativos “alternos” actuales podrían ser nuestras nuevas “casandras”. Desde el advenimiento y triunfo de Donald Trump y su toma de protesta en Washington, la confianza en los sondeos y en los medios de comunicación ha caído de una manera impresionante. Aún así la mayoría personas siguen consultando las mismas fuentes para darse una idea del acontecer político nacional. Poco a poco la extensión de estos medios “alternativos” y de sus opiniones un tanto radicales, nos demuestran que la realidad del mundo es diferente a la que nos  es vendida por la “Mainstream Media”. Las elecciones en Francia no son extrañas a esta situación.

Los sondeos van cambiando todos los días, teniendo a la cabeza a la candiata del Frente Nacional, Marine Le Pen y a Emmanuel Macron, candidato del movimiento independiente En Marche  y virtual delfín del presidente saliente,  como los favoritos para ganar la primera ronda con 24% de la intención de voto; seguidos de Fronçois Fillon, expremier ministro de Nicolas Sarkozy y sumido en un escándalo de corrupción con un 18.5% , y , pisándole los talones, el candidato que es considerado de extrema izquierda, Jean-Luc Mélanchon con 18%. Dicho sondeo fue relizado el día 17 de abril de 2017 en visperas de la primera vuelta electoral. Para la segunda vuelta, se tienen muchas hipótesis  pero un mismo objetivo, evitar n’importe quand et n’importe comment que la extrema derecha del partido de Le Pen llegue al Eliseo.

No obstante, nuestras “casandras”  anuncian el advenimiento y triunfo de Marine con un margen estrecho compitiendo con el candidato oficial de François Hollande, Emmanuel Macron. Pongamos mucha atención este domingo 23 de abril. Si bien, el voto en Francia es libre y directo, y que no sucederá lo mismo que en EE.UU por la naturaleza del sistema electoral; podriamos presenciar una elección sin precedentes. Esto representaría el final de la Unión Europea y de un establishment que poco a poco ha ido perdiendo vigencia. 

Las ideologías  y el nacionalismo han retomando vigencia ante el relativismo que tanto ha dañado a  la cultura occidental. Es menester, escuchar a las “casandras” aunque no nos guste el mensaje.  Así estaremos preparados para lo venidero y evitaremos nuestra propia destrucción, tal como sucedió con  los infortunados personajes de las tragedias griegas.

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