Rebeca Lane AKA Eunice Vargas Tamayac creció en el seno de una familia que esgrimía la música y la poesía como únicos medios de expresión, y precisamente, esas fueron y seguirán siendo las puntas de lanza en Lane: el ritmo y la palabra, allá, en Guatemala y hasta donde su beat alcance a llegar. Anarquista, feminista, rapera y autonombrada poeta, Rebeca Lane es hoy en día una de las mujeres de Centroamérica más importantes del mundo, por su palabra, su función social y su entrega, generando espacios de formación, convivencia y producción.
Rebeca Lane se encuentra ahora promocionando 'Obsidiana' (Rebeca Lane, 2018), su último álbum bajo la producción de Francisco García y mezcla de Martín Longoni; un disco orgánico, con el sonido propio de la tierra: la marimba, los vientos, el charango y la percusión. Y de no ser porque Eunice es una socióloga con una mirada crítica sobre los acontecimientos sindicales, diría que el álbum está cargado de lugares comunes: encomios a la Centroamérica comunista, el feminismo desatinado, alusiones elementales al agua, la vida, los ríos y sus vertientes, los vasos comunicantes y la palabra en infantiles metáforas de leche como arma de herramienta, así, como la obsidiana misma. La de Lane no consigue tintes poéticos exclusivamente literarios, hay algo de ello pero no le alcanza, no paga el precio, no es una poesía en forma, funciona para el hip-hop pero no más, falta el rigor, el estilo y el oficio, nos queda el beat y la rima mal empleada, pero justamente ahí es donde encuentra su cauce, su máximo esplendor, en la imperfección, y se tildan ahí todos los lugares comunes y el disco funciona como una isla de átomos donde la palabra de Lane va configurándose en una forma de análisis introspectivo más que como un ensayo poético y crítico de la realidad. En 'Obsidiana' el mundo de Rebeca termina por fundirse en el sueño de un vasto destino comunal, cobrando o recobrando nosotrosidad con el viejo misterio, un sentido otra vez enigmático que lo salva precisamente de toda inmediatez o complacencia vulgar musical. Asistido por una concepción extraestética de la realidad, consigue derivar su inicial tendencia intimista hacia un tipo de rima espectacular, cuya finalidad consiste ya en producir L'original à tout prix.
La experimentación —y no la explotación— con las causas sociales, propicia en Lane la maduración final de lo que podríamos llamar su estilo, el cual consiste en lograr una máxima liberación de esa “música interior del alma” para hacer sentir al tirano, en las proporciones de una nueva psicología social; las afinidades colectivas de la moderna sensibilidad aún en proceso. En este sentido, la 'Obsidiana' de Rebeca Lane vuelve a ser un espejo redondo perfectamente pulido para relejar los rostros.
Recomendación del autor: Siempre viva
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