OTOÑO VOL. III: TRES POEMAS DE GEORGE BACOVIA Versiones de Aleqs Garrigóz

OH ANOCHECERES…

 

Oh anocheceres violetas…

 

Viene ya el invierno
con quejas de flautín…

 

En el parque abandonado,
estridentes lamentos

y un negro croar…

 

Eternidad,

agravación…

Bandas funerarias de latón

proclaman la agonía del otoño…

 

Un congelante viento ha arribado;

y bajo los miembros de un esqueleto   

un demente aúlla.

 

No es un trance de usted.

—Ella viene. Ella no viene… 

 

Oh anocheceres violetas…

 

 

ANHELANDO

 

Amanece y hay un frío de otoño;

y el humo se riza en mechones.

Tan lejos como tus ojos ven

hay una niebla sobre los huertos.

 

En los campos desiertos

suena un eco de voces quejumbrosas.

En las laderas de los viñedos,

un chasqueo y un llamado son escuchados.

 

Los niños corren con cometas

y te sientes como uno de esos niños

y lloras…. Hay un frío de otoño

y una niebla sobre los huertos.

 

 

 

OTOÑO

 

 

Un poderoso disparo de reporte

ruge en las laderas de la ciudad.

El metal suena a trompetas, allá,

bajo las barrancas… Es otoño.

 

Una campana de escuela es escuchada

en la mañana desierta, venturosa.
Papeles y hojas revolotean en la esquina

en círculos que marean, al azar.

 

Con un pináculo dominante y severo

la catedral mira siempre al horizonte.

Los jardines del pueblo están desgarrados

y sus hojas se deshacen en todas direcciones.

 

Y como en los viejos tiempos,

un cuerno viene de las laderas en alarma.

El metal suena a trompetas, allá,

abajo, en los barrancos… Es otoño.

 

Historia Anterior

El maniquí empolvado por Iván Alejandro Díaz Acevedo

Siguiente Historia

A través de sus ojos por C. Malagón