¿Qué sabes del amor si jamás te has comido un higo tierno en mi regazo?
Nunca te has despertado con el cuerpo atrapado entre mis piernas.
No he secado las lágrimas de tu rostro,
jamás te he escrito un solo renglón.
Nunca te he contado el mayor de mis secretos,
y no conoces ninguna de mis tristezas.
¿Qué sabes del amor si nunca te encontraste en el límite Kantiano entre lo bello y lo sublime?
Jamás te he consolado en tus derrotas y no he celebrado tus victorias.
Nunca te he dedicado un poema de Borges.
¿Qué sabes del amor si jamás te he pedido que te quedes un poco más?
Jamás me he detenido a oler tu cuello por las mañanas.
¿Qué sabes del amor si jamás hemos observado el atardecer juntos?
Jamás te he dicho lo mucho que te quiero; en medio del sexo improvisado.
¿Qué sabes del amor? ¿Qué podríamos saber si jamás nos hemos cruzado tú y yo?
¿Qué podemos saber, si el amor siempre está sujeto a nuestras idealizaciones?
No sabes nada… no sé nada
