POEMAS REINCIDENTES
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Una de esas noches melancólicas quise borrar mi pasado y solo pude borrar mis poemas. Ahora brotan noche a noche pidiendo volver a ser escritos; como péndulos reincidentes en mi mente son mis versos favoritos. Hoy revive la poesía que intenté borrar, recordando que estoy hecho de poemas y dibujos viejos.
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Esa mañana la luna fue un corazón lleno de sangre, latiendo en mi aliento que sabe a la frescura de aquellas mañanas lluviosas que me traen esos recuerdos futuros de cuando un bambú escribía tu nombre en la arena, mientras mis pies se mojaban escribiendo poesía y dibujaba tu cuerpo a la sombra de las palmas de aquella playa solitaria.
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Anoche revisé mis viejos versos grabados en mis borrosos recuerdos, para ver si alguno podía describir lo que siento. Encontré luciérnagas sobre campos nocturnos, miedo de comer en la oscuridad, unos armadillos por un camino desconocido y estrellas brillando sobre rocas calientes Esto podría ser el anhelo de pensamientos abstractos de transformarse en prisas impresionistas, captando luz en destellos de noches oscuras.
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Las luciérnagas, pequeños fragmentos de luz encarnada, flotantes en los oscuros campos nocturnos, callados, taciturnos, como almidonados por neblina y luz de luna. En la atmosfera burbujeante imagino estrellas fugaces que me piden deseos y solo pude encontrar el parpadeo de la luna en mi mirada.
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Hoy me regalas inspiración para un poema nuevo. Con una taza de café extendí mis párpados abiertos a la noche. Y me perdí en el deseo de recordarte, para deslizar mis dedos sobre estás letras que estarán en tus ojos, en tus manos, en un papel. Yo estoy haciendo un poema que trata sobre los poemas que borré y ahora trato de recuperar… Mientras muy lejana en tu libreta escribes y ordenas para un día leer completo este rompecabezas de poesía.
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Ya busqué en mi frágil y caprichosa memoria. No pude recordar tanto. Tal vez mañana o algún día retornen repentinas frases que escribí y amé. Emocionado busco inspiración en tu belleza, en la ilusión de lo que nunca podrá ser caro, linaje de ironía en un corazón roto. Hoy en esta nueva vida, nostálgico por las letras perdidas, con tu fragancia enigmática creativa, no tengo otra opción que escribir nueva poesía…
LA LUNA PARPADEÓ EN MI MIRADA
Cuando la luna sale por las tardes apurando al sol y a su brillo, a ocultarse en el color de tus ojos que desconozco, cerrados y dormilones, persigo mis pasos intentando alcanzarte, respiro tu aliento para oxigenar los campos que acarician mis pies apresurados. Y miro entre las nubes tu rostro y la luna parpadea al vuelo de un pájaro que cruza el cielo relajado. Y te imagino y no sé quién eres. Me estás buscando y no sabes quién soy. Persigo trotando a mi sombra que camina por delante para escribirte este poema que algún día te diré suave y lento a tu oído. Se va la luz del día y no imagino en dónde estás…
