Señorita L. por Anna MACIEL

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La SEÑORITA LISÍSTRATA, una comedia griega escrita por Aristófanes, pero una mujer que podríamos encontrar en la actualidad al cambiar el canal de  televisión, aquella vecina, compañera de trabajo, la reina de belleza del templo, la Miss mundo, en fin, cualquiera de nosotras y explorada en una nueva versión por el dramaturgo mexicano Enrique Olmos de Ita y fue, debo decir, profundamente interpretado por el colectivo “Fortem”.

El cual es compuesto esencialmente por mujeres guanajuatenses y artistas escénicas, mujeres que, identifico en esa misma huelga, pero ahora no de piernas cruzadas, sino de mentes abiertas, voces en alto y resistencia, analizando desde su trinchera escénica, una búsqueda de la paz, ante la violencia que llena más allá de las planas de los periódicos, el día a día de una sociedad lastimada y la cual hemos normalizado.

Sobre esa misma violencia, “brilla como lentejuelas”, los estándares a los que las mujeres hemos sido impuestas, ese impetuoso esfuerzo de ser siempre más hermosas, más calladas, más educadas, más de todo, menos lo que somos, y en lo que fuimos colocadas desde antes de nacer, o bien nos fuimos acomodando en un nicho que nuestras abuelas y abuelos, padres y madres nos colocaron, con o sin querer.

(LEASE SI QUIERE) ¿Y recuerdan esas series en la televisión, en donde la que gana más tiene las “tetitas más grandes”, bueno, en donde el narco es el que tiene lo que quiere, con quien quiere y como quiere, seguro más de una recuerdan haber visto, aunque sea de reojo, pues esa glorificación es la que pudre y vaya que duele.

Durante los cuarenta minutos de función, reía, pero también por dentro resonaba lo que lacera, mientras todas las emociones se ejemplifican en un escenario colocado como una pasarela de moda.

“La que se ha acostado en hoteles y moteles y coches y departamentos y la han manoseado y besado y chupado los pezones en playas y en albercas y en lugares oscuros, de madrugada, de mañana, en la noche y también a medio día. —Soy ella, pero también soy la hija de puta que tiene un plan” (FRAGMENTO SEÑORITA LISÍSTRATA)

El diseño de luces, el vestuario, la corporalidad de las actrices, en donde los rostros y la cercanía con lo grotesco, provocan la sensación de que después de tantos siglos, todo debe cambiar, y en donde la única arma de resistencia de las mujeres no es el sexo, sino la voz, el pensamiento, la fuerza. De ahí supongo viene el nombre que lleva el colectivo “Fortem”, de la valentía de ser mujeres en este y en todos los siglos.

Dejo por aquí las redes del colectivo, por si quieren y pueden en algún momento, dejarse reconstruir: https://www.facebook.com/FORTEMColectivo y conozcan más del trabajo de Regina Luna, Raquel Chacón, Claudia Canchola y Enrique Zahuita.

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