A veces cuando el amor crece, quieres crecer con él, es por eso que renté un pequeño cuarto en la colonia de los Futuros Compartidos porque el amor es como un niño que cada vez necesita más espacio.
Adorné este cuarto pensando en todas las cosas buenas que pasarían y serían en él. Adorné este cuarto para que ella lo llenará con su dulce ternura, pero un triste día ella decidió mudarse a la calle de “Las Despedidas”.
Después de un tiempo el municipio decidió cambiar el nombre de la colonia al “Muladar de los corazones rompidos”, así es “rompidos”, parece que para ahorrar un poco de dinero el alcalde no se molestó en revisar la ortografía.
Así me quede con un hogar para uno, con un cuarto demasiado grande, con unas repisas desbordadas de pequeños lamentos, con un refrigerador en vez de corazón, con un niño que se me muere desnutrido.
Fotógrafa: Paola