UN INSTANTE y luego por Manuel Roberto Ruvalcaba Rivera

Un pensamiento, un deseo una palabra…

todas las posibilidades en el alba de tus labios;

parpadeo de intenciones que juegan

a encontrarse y se esconden.

El pudor no tiene cita,

en primera fila reservada están las ganas.

Basta una copa de “quizás”

Y un largo trago de “contigo”

para perderme insomne de tus fuegos

                                                                     que arden en mi piel.

Dame un “ahora” y déjame irme contigo.

El “tic-tac” no se detiene y la luna pierde su fuerza

mientras susurras:

quédate conmigo.

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