VII. Fist por Luz Atenas Méndez Mendoza

 del lugar.

 

Al caer la noche, durante la cena, Elliot observó a Jacq mientras se preguntaba internamente “¿Será éste el momento?”, “¿Qué cosa será?”. Las manos de Jacqeline pasaron frente a la cara de Elliot, llamando su atención.

 

—¿Eh?, Perdona— Elliot volvió en sí —¿De qué hablábamos?

—De nada, realmente. Sólo te he notado un poco distraído— Jacqueline lo observó mientras limpiaba la comisura de sus labios con una servilleta.

—Es, bueno… Tengo algo que darte. No quiero que me notes más así, distraído, ensimismado, así que creo que no evitaré esto, además de que no lo puedo evitar por mucho más tiempo— Elliot se ponía nervioso, desviando la mirada a ratos, llevándose las manos a las rodillas —, y no quiero que pienses mal— metió la mano en el bolsillo interno de su chaqueta y sacó la pequeña caja, a la cual Jacqueline sólo observó con atención —, así que, bueno, soy malo en esto, pero quise comprarte algo, y…— extendió la pequeña caja hacia Jacqueline, quien la tomó con ambas manos.

 

Parecía que no supiera abrirla, al inicio. Tal vez porque estaba pegada con cinta adhesiva en cada unión por la cual hubiera podido ser abierta, pero ella no se dio por vencida: sacó las llaves de su bolso y las introdujo entre ambas capas de la caja, rasgando la cinta. Cuando pudo rasgar la cinta de tres lados de la caja, dejó las llaves encima de la mesa y la abrió. Elliot la contemplaba con atención, con duda y extrañeza, pero sobre todo con cariño. Le gustaba esa mujer.

 

—¡Ahhhhhh! ¡Sí, sí, sí, sí, sí, sí!— Jacqueline sacó dos billetes de avión de la pequeña caja, uno con el nombre de ella y el otro con el nombre de Elliot —¡Claro que sí! ¿Cómo supiste?— observó los billetes de avión ante la mirada de sorpresa de Elliot, quien no acababa de comprender nada de lo que pasaba —No importa, ¡eres excelente! ¡Te quiero! ¡Gracias!— Jacqueline se levantó para posar varios besos en las mejillas de Elliot, terminando con uno en sus labios, para después dar brincos de gusto.

 

Elliot sólo se preguntaba hacia dónde iría, durante cuánto tiempo y si regresaría a tiempo para las competencias. ¿Cómo demonios Landon había logrado eso?

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