Yo no soy un hombre. No puedo ganarme la vida, comprar cosas nuevas para mi familia. Tengo acné y un pene pequeño.
Yo no soy un hombre. No me agrada el futbol, el boxeo ni los carros.
A mí me gusta expresar mis sentimientos. Incluso, me gusta poner un brazo
alrededor del hombro de mi amigo.
Yo no soy un hombre. No representaré el rol asignado para mí –el rol creado por Madison Avenue, Playboy, Hollywood y Oliver Cromwell. El televisor no dicta mi comportamiento.
Yo no soy un hombre. Una vez cuando disparé a una ardilla prometí que nunca mataría otra vez. Renuncié a la carne. La vista de la sangre me enferma. Me gustan las flores.
Yo no soy un hombre. Fui a prisión por resistirme a la corriente. No peleo cuando hombres reales me golpean y me llaman maricón. Me desagrada la violencia.
Yo no soy un hombre. Nunca violé a una mujer. No odio a los negros. No me pongo emocional cuando la bandera es ondeada. No creo que debería amar Estados Unidos de América o dejarlo. Creo que debería reírme de ello.
Yo no soy un hombre. Nunca fui palmeado.
Yo no soy un hombre. Plaboy no es mi revista favorita.
Yo no soy un hombre. Lloro cuando soy infeliz.
Yo no soy un hombre. No me siento superior a las mujeres.
Yo no soy un hombre. No uso suspensorios.
Yo no soy un hombre. Escribo poesía.
Yo no soy un hombre. Medito sobre la paz y el amor.
Yo no soy un hombre. No quiero destruirte.