06:44 Por: Sergio H. García

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06:44

En las esquinas       muchachas de besos lánguidos

sonríen sus dientes de sueños

sumergidos en la ambiciosa tinción del oro opaco

Autobuses de óxidos teratogénicos

les hacen crecer manos ajenas en el cuerpo

como tumores lascivos    a punto de metástasis

y las pudre por fuera

 

Antes de llegar a casa

donde niños de ropas invisibles sonríen

pues es agosto

y la lluvia no les fue negada

Ellas respiran el hondo aire

de la sonrisa falsa

como el pan o la tortilla

como los padres de sueños arrastrados al campo

donde lo único que se cosechan son barras y estrellas

La ciudad duerme de cabarets

y hombres sentados a oscuras

escriben sobre la habitación y los techos caídos

Sobre las figuras del cigarro

y los muertos de pasos frágiles y labios desteñidos

que empiezan a vivir

 

Eso es todo:

muchachas usadas y abusadas

niños hambrientos

y hombres engañados

Esto es mi país

mi mundo

Elegía por Beto

A Beto

Hay jueves que el universo te cae encima

y no puedes sino tomar un paraguas    cubrirte la cabeza

Llamar al otro

y preguntar sobre tu futuro

sobre los huesos y techos rotos

sobre  los universos que te caen encima

los jueves

O quizás solo por el paraguas

y esta necesidad de cubrir la cabeza

para salvar la propia vida

 

Yo poco sé de estas cosas

El día que Beto con las ganas amanecidas en los ojos

y los impulsos metidos entre las costillas

despegó en su propia búsqueda

las estrellas que parecían encerradas fuera de nosotros

cayeron sobre la tierra

y los niños no pudieron sino colgar los columpios

y fingir que las esperanzas

no les rodaban por la mejillas

 

Así fue siempre Beto

un oleaje impulsivo

una misión imposible

una condena

y la determinación oceánica de salvar a los otros

 

Beto jamás regresó

Hay jueves que sería mejor no despertar.

Aquí vivimos con una mano en la garganta, de César Bringas (Instituto Municipal de Arte y Cultura de Puebla, 2019)

Aquí vivimos con una mano en la garganta es una pequeña plaquette del escritor poblano, ganador de cuatro premios nacionales de poesía y narrativa, César Bringas. Dentro de este pequeño trabajo -y hablo de las dimensiones físicas de la obra-, César aborda temáticas dolorosas e imperativas para cualquier ser humano; se toma el sentimiento y el hecho del rechazo, del desamor y la depresión causada durante la búsqueda infructuosa del bien amor, pero también nos regala algunas visiones de su pasado, la visión de los abuelos y la perpetua búsqueda de sí mismo dentro de ellos.

La plaquette o el poemario –como el lector desee llamarlo- de cesar consta de 19 poemas divididos en tres partes: 1) Lo importante es bailar, 2) Féretros y, 3) Las Soldaderas, siendo esta última parte un único poema divido en capítulos enumerados del I al XV.

  • Lo importante es bailar

En esta primera parte, César nos acerca al mundo de las relaciones tormentosas y hace gala de múltiples habilidades para la creación lírica como la intervención de notas periodísticas, abstracciones de mensajería Whatsapera, y diálogos de recuerdos. En esta parte se puede notar versos con mayor miseria que en las partes consiguientes del poemario, pero siempre con esa visión biensana de quien opta por asumir una decisión dolorosa que le traerá un bien.

Algo que también hay que destacar del esta parte es que los versos son concisos y las imágenes evocan fácilmente a la cotidianidad, lo cual hace que el lector pueda empatizar con mayor facilidad.

  • Féretros

En esta parte se toma el tema de los abuelos y los antepasados, las tragedias familiares que terminan por definirnos o evocarnos a nuestra propia asimilación. En este orden de ideas abre Cesar la segunda parte. Aquí no solo está presente la muerte, sino la búsqueda de algo en el pasado, de algo en los abuelos y la madre que pueda decirnos el porqué del presente.

Los puñetazos en el duelo continúan con imágenes fuertes y versos igual de concisos que en el pasado, pero quizás con un poco menos de experimentación. Sin embargo es la parte que más disfruté de todo el poemario. Quizás la parte más calcinante de la obra. 

  • Las Soldaderas

Las soldaderas eran expertas contrabandistas. /Ellas eran quienes rezaban por los vivos para que no murieran. Rezaban por los muertos para que no fueran al infierno. /Recorrían detrás del ejército el mundo, eran la sombra del ejército. , nos dice Bringas. La última parte de esta plaquette ya no está en verso libre como lo había sido antes, ahora se nos revela como una prosa poética, inundada en intertextualidad y  capitulada con números romanos, donde la soldaderas son un pretexto de la lírica de César para hablar de las relaciones, del pasado, de los muertos y de él mismo. Considero que es donde hay una mayor experimentación de su parte.

Aquí vivimos con una mano en la garganta, es una obra que por sus dimensiones se ve obligada a atender esta regla jamás escrita dentro de la poesía: Que cada verso sea un golpe dispuesto al Knock-Out. Una obra donde César se busca en el pasado, en sus antepasados y en el presente, donde reconoce que su dolor y preocupaciones no pueden revelar el mundo de la poesía.

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