El primer beso por Iván Alejandro Díaz Acevedo

/

Fotógrafa: María Paola Garrido Barrera (paogarriido)

 

 

Minuto 10:

Cierro los ojos y es que en ocasiones cuando cierras los ojos la Nada te da su cálido abrazo. A veces en los sueños que no recuerdas al despertar, puedes sentir la ansiedad que se guarda en un nombre desconocido. Creo que ese nombre era el de ella y sus letras están aquí en el néctar de su boca.

Minuto 9

¿Dónde va aquello que has olvidado? ¿Dónde se quedan las promesas incumplidas? ¿A dónde pertenecen esas infinitas posibilidades que no han sido y sin embargo se guardan en las profundidades del corazón para siempre? Yo las vi de reojo una noche cuando me asaltó algo con la pretensión de ser recuerdo…

Minuto 8

Ella es un fenómeno que se desarrolla en el tiempo, es los minutos que se convierten en horas. Es las horas que se escurren en perpetuidad. No es un ahora, ni siquiera un mañana, no es un ayer arrinconado en la memoria, es lo eternamente indeterminado.

Minuto 7.

No es “EL” tiempo, es “LA” temporalidad. No es un “él”, siempre es una “ella” que te espera al principio y al final del camino. Madre mía, madre naturaleza… siempre es una ella la que te sostiene y te recibe entre sus brazos.

Minuto 6.

Ella no es una línea. Es un flujo parcial de eventos. Es una continuidad itinerante de sucesos. Repetición y repetición de lo interminable. Un día con sabor a semana. Un martes con tintes de viernes. Y un jueves con la añoranza de ser un domingo.

Minuto 5.

Ella es todos los déjà vu y las plegarias que se susurra en las noches de tormenta… Ella es fuego ¡y me quema!, ¡me quema! Me quema con las palabras que nunca dijo y ahora se expresan en deseo.

Minuto 4.

Ella es una abrupta respiración, un aliento desmoronándose contra mis ganas. Ella es un maremoto y yo soy la arena que se escurre entre sus dedos. Inconstante, incontinuo e imprevisible, así es ella, como los minutos de este poema.

Minuto 3

Es un recuerdo con la promesa de ser mañana… Pero no puede ser recuerdo aquello que nunca ha sido. Y sin embargo inventamos palabras como "fe" y "esperanza". Creemos en lo imposible. Y de alguna manera somos el continuo milagro de seguir intentando…

Minuto 2.

¿Será sólo una coincidencia? ¿es una ilusión? ¿Será sólo otra trágica despedida?… Y mil preguntas se avecinan, y mil dudas se vuelcan de repente cuando se empieza de nuevo… Es que a veces cuando se está nervioso, cada minuto es una medida distinta, cada reflexión un rezo profundo por encontrar un sentido…

Minuto 1.

Abro los ojos. Y sus ojos siguen en mis ojos, sus labios en mis labios y sus manos en las mías. No parece una coincidencia, ni una ilusión causada por la fiebre, sino más bien, la bienvenida al país de las maravillas.

Historia Anterior

La crueldad como un sol o el mal en su estado más puro – Los 'Tadeys' de Lamborghini) por Mixar López

Siguiente Historia

Enrique Guzmán: el corte de la navaja en San Luis Potosí por Alfredo Padilla