Esta 2019, vi la entrega de los OSCARSÒ como hace ya algunos años acompañado… a distancia, pero acompañado. Vi la premiación con una gran amiga que adoro (¡Sabes que te quiero todo!), mensajeándonos toda la entrega y después terminamos con comentarios quejumbrosos o de emoción por lo que queríamos y no fue.
Y esta vez no fue la excepción. Vimos como Roma iba perdiendo los premios, ganando solo tres de los diez en los que estaba nominada y lo acepto, como mexicanos, pues si nos dolió un poco que perdiera, sobre todo el de diseño de producción y mejor película del año. Honestamente no se si sea la mejor película (no he visto todas) … pero lo que si se es que soy mexicano y me da un gusto increíble que un paisano gane en lo que sea. Ciencia, deporte, cine, televisión, literatura… que gane es lo importante; la verdad nos hace sentir mucho orgullo en ese momento ser de un país tan hermoso (lleno de problemas, pero maravilloso).
Honestamente no he visto todavía ganador a de este año: Green Book (tengo que verla esta semana) pero en realidad no quiero hablar de lo buena que está una película u otra.
Toda la premiación mi amiga y yo estuvimos acotando un detalle que seguro notaron más de uno: que la ceremonia se estaba encaminando a premiar la diversidad.
Este aspecto no debe en ningún momento ponerse por encima del talento. Pero si resulta muy inminente que los premios fueron más para mujeres, personas afroamericanas y latinoamericanas que en otras premiaciones. Casi el 80 por ciento de los premios televisados fueron así. Pocos fueron para estadounidenses u hombres. ¿Tendencia? ¿Moda? ¿Simple coincidencia? Veamos los hechos sin apasionamientos: En la película del año (Green Book) se habla de un afroamericano talentoso (Mahershala Ali) que tiene una amistad rara con un chofer-asistente caucásico (Vigo Mortensen). Black Panther, historia del primer superhéroe afroamericano reconocido en el mundo, ganó dos premios de la AcademiaÒ. El premio a la mejor fotografía: Alfonso Cuarón por Roma, mexicano; también premiado como mejor director. Ruth Carter, vestuario, mujer. Mejor corto documental Period: End of Sentence. Dirigido por dos mujeres: Rayka Zehtabchi y Melissa Berton. BAO ganó la estatuilla a mejor corto animado y fue dirigido por dos mujeres: Domee Shi y Becky Neiman-Cobb. Por supuesto el premio a mejor guion adaptado para Charlie Wachtel, David Rabinowitz, Kevin Willmott y Spike Lee, el afroamericano más afroamericano de los últimos tiempos.
Y así podríamos seguir por toda la entrega: Afroamericanos, mujeres, latinos… hasta presentaciones de premios en español (Bardén y Diego Luna) le dieron un toque más que diverso.
¿Estamos viendo la caída real de las diferencias en el llamado séptimo arte o sólo una tendencia más que desaparecerá? En realidad, tendremos que esperar unos años para saber la respuesta a esta pregunta.
Pero de que estamos en el punto máximo de nuestra historia, donde la diversidad y la tolerancia se están reflejando en todos los aspectos de la cultura social, es seguro.
Fue una premiación un poco rara, por no decir aburrida. No hubo conductor per se, cosa que en mi punto de vista muy personal no me gustó. Algunos destellos de comedia y sentimentalismo salvaron la noche. Honestamente recordar que ya no está con nosotros Stan Lee duele.
También creo que ha habido mejores y peores entregas de los premios OSCARSÒ en estos 91 años de parafernalia, belleza, escándalos y, sobre todas las cosas, felicidad. Algo que si, de verdad no entiendo, es que ha sido una de las premiaciones que más controversia causó antes de su realización y la más tranquila y menos política de los últimos 10 años.
Esperemos pues, que el año que entra, nos sorprendan con algo más… digamos… atractivo, o que algún mexicano como ha pasado en 5 de las últimas 6 entregas se robe la noche.
Para terminar: no se pierdan por ningún motivo Spider-Man: Into the spiderverse. Realmente creo que es la mejor película del hombre araña realizada hasta ahora. En nuestra revista Golfa hay una reseña completa de esta película escrita por Esteban Govea.