Maribel
Cae tu nombre y golpea el recuerdo
Cae tu rostro engalanando la belleza
Soñé contigo nuevamente,
Abrí los ojos y estoy muerto.
Mabel (cómo solía decirte)
Todavía no sales
Maribel, yo tampoco he salido,
Pues me dejaste en el fondo.
Viene tu voz en mis sueños
Y todo es tan real que parece cómo si todo lo pasado hubiese sido una farsa, y las mujeres una desafortunada pesadilla,
Las borracheras una estúpida reprimenda del subconsciente por decir de pequeño que nunca iba a beber.
Maribel;
Te fuiste y me quedé en un limbo del cual no sé de que trate,
No es cielo, no es infierno, sólo son lugares.
Cuartuchos de mal aspecto y olores fétidos donde hay alcohol y cigarrillos y mujeres con los mismos pensamientos, perros, oscuridad y uno que otro lamento.
Querida, no dejaste que te dijera la última palabra, ni tuve el conocimiento de cuando iba a verte otra vez,
En aquella central de autobuses me quedé observando desdé aquel anden cómo dentro de ese autobús se iban mis últimos besos, se llevaba algo de mi.
Salí.
Una oficial de policía me endosaba otra multa por mal estacionamiento;
En el me dio gusto que fuera por eso, y no por mi ebriedad, por mi fracaso.
Sólo le di mi licencia
Y me fui,
Manejé hacia este limbo donde trato de recuperó algo, o terminar muerto y así saltar al infierno que debo de estar;
Pero contigo en mi cerebro todavía no puedo salir.
Dios perdone el vaivén de mi vida,
Las mujeres desaparezcan y se lleven el sentimiento de desagrado a una mujer que amo y no puedo decírselo, hasta ahora…