Por las calles tristes rebotan los gritos
y en los callejones el eco del silencio;
en las paredes hay letreros fijos
y en el fervor universitario un zumbido.
A veces un canto de esperanza,
a veces un nudo en la garganta.
El amuleto de la memoria
nos une en este momento,
con verdadero honor y gloria
nos elevaremos cual monumento.
La Historia está en nuestras manos
y en el cuerpo cansado.
Cae sangre y lágrimas de los vencidos,
los que ya no tienen voz y han perecido,
los que se mueven por el aire
en partículas de polvo renegrido.
Nuestras vidas todas han sido resistencia
y este acto apenas un fragmento.
Ya somos Historia, mas no basta,
sigamos luchando todos juntos.
Hemos tomado el presente.
Resistan, Abejas, que hoy somos fuertes.