‘Y a estas alturas no debe sorprendernos una triste muchacha
deshojando flores de plástico junto a la ventana.’
José Watanabe
Un lunes por la tarde
en el tercer piso
de un centro comercial
me acerqué a tocar el tronco
de un árbol que junto a otros árboles y plantas
formaban un círculo
era un árbol joven
su tronco se sentía como
el tronco de un árbol joven y real
pero incrédula todavía
y acostumbrada a las plantas de plástico
en las cafeterías
hospitales
tiendas
de la ciudad
toqué una de sus hojas
y me convencí de que
no era un árbol real
y de que su hoja era una hoja de plástico
y no la hoja de un árbol
joven y real como
el de mi cabeza
(el árbol de mi cabeza
huele a tierra
y sus hojas se rompen
y desprenden lo verde del verde)
incrédula caminé hacia otro árbol
y toqué su tronco
y dudé de mi propia capacidad
para distinguir un árbol real
de un árbol artificial
y pensé qué fastidio
vivir en un mundo
donde sea posible dudar sobre
lo real o artificial
de un árbol joven
y pienso
dónde están las raíces de un árbol hacia dónde crecen las raíces de un árbol
plantado en el tercer piso
de un centro comercial
Escoba
compré una escoba azul
a juego con el recogedor
Hecho en Italia
brillan azules como
sólo el plástico nuevo azul Hecho en Italia brilla
así disimulo
que no sé decir si
soy polvo y en
polvo me convertiré
o si
soy una escoba de plástico nuevoazulbrillante Hecho en Italia
que barre el polvo de mi casa
y en polvo me convertiré.