Hace un año aproximadamente, mientras pasaba el tiempo en twitter, me encontré con que en Kaja Negra podía descargar de manera gratuita y legal la primera novela de la mexicana Brenda Navarro, y dije ¿por qué no? La descargué e imprimí porque todavía no aceptaba las bondades de la lectura digital, pero bueno, esa es otra historia.
Pasaron los meses y, entre una cosa y otra, no tuve oportunidad de leerla hasta que me di cuenta de que se encuentra disponible en Bookmate editada por Sexto Piso, y pensé de nuevo ¿Por qué no?
Casas vacías gira en torno al tema de las maternidades (deseadas e impuestas) y los desaparecidos. Narrada a dos voces por madres o, mejor dicho, madres incompletas de distintos contextos, nos lleva de la mano a través del dolor principal que significa tener y no tener un hijo. Daniel, el hijo perdido de una y robado por otra es el punto de explosión para que la historia comience.
Pero no son las únicas madres que aparecen en la historia, están también: la madre del asesino, la madre violada por su hermano, la madre del abusador, en las que invariablemente siempre recae la culpa porque cuando uno se convierte en madre nunca deja de serlo.
Al final, Casas vacías es una increíble y dolorosa invitación para la reflexión acerca de las maternidades y todo lo que implica convertirse o no en madre.
“[…] y que ojalá dios estuviera viendo cada día de mi vida y se cagara de la pinche risa porque de otra forma yo no entendía nada de lo que estaba pasando. Nada estaba saliendo bien.” – Casas vacías.