Crónica de un biopoema por Gisela Martínez Andrade

Soy un biopoema irrefutable con cajas Petri

que se destapan con abrelatas

Soy un biopoema que hace cálculos cuánticos

y tiene la certeza de que 2+2=5 y π=3.1316

Soy un biopoema cuya expresión

es igual a la de alguien que balbucea

en ausencia de palabras

Soy un biopoema que cruza el límite

de la frontera abismal entre fantasmas

y batas de laboratorio

Soy un biopoema que dignifica

la mezcla entre agua y aceite

Soy un biopoema con inteligencia artificial

que conoce al virus que ha aprobado

la prueba de Turing

Soy un biopoema proyectil

que decapita a creyentes fervientes

del transcurso natural

Soy un biopoema de dioses ferales

que desconocen cómo comunicarse con el poeta

Soy un biopoema convexo

que navega un submarino entre mares

de mutaciones,

simulacros de colores

y contacto a lo desconocido

Soy un biopoema que a veces sortea la muerte

y saca la lotería

Soy un biopoema de almas viejas

que se fotocopian en árboles sagrados

Soy un biopoema que absorbe un fotón

y altera un hálito de sus átomos

Soy un biopoema

y también soy un anti-biopoema

que se evapora, condensa y precipita

en forma de onda-partícula simultáneamente

Soy un biopoema de una interminable guerra de contrarios

que utiliza tecnología de punta

para lanzar sus conjuros

Soy un biopoema de un felino

que puedes observar por el agujero de una caja

pero que no se encuentra dentro de ella

Soy un biopoema con padecimiento de expansión Doppler

cuyo corrimiento al rojo

me permite leer las cartas del tarot

y adivinar el futuro

Soy un biopoema que superó a su alma mater

y lo ridiculiza

Soy un biopoema hipnótico

cuyas musas son Wallace y Darwin

Soy un biopoema que no es creyente de la gravedad

y es un ser de plasticidad flotante

Soy un biopoema con genes egoístas

inmune a cualquier indiscreción de comentarios

provenientes del epigenoma

Soy un biopoema fosilizado

en un museo de historia natural

Soy un biopoema de cosmogonías plasmadas

en estromatolitos milenarios desterrados

Soy un biopoema híbrido verde fluorescente

con un código de barras que dice Eduardo Kac

Soy un biopoema de triple personalidad

con configuración de dios, científico y bufón

Soy un biopoema homenaje al científico

que utiliza su corbata de la suerte

en sus experimentos sustanciales

Soy un biopoema reencarnado

que se repite en un loop infinito

Soy un biopoema que perdió al poeta

en el abismo del olvido

 

 

 

Soy un biopoema que está enterado

de la hora de su muerte

 

______________________________________________________

 

Gisela Martínez Andrade

Bióloga- biopoeta, egresada de la Universidad Autónoma de Querétaro. Realiza estudios sobre el uso de vesículas extracelulares con potencial biomédico. De las creadoras de un proyecto emergente llamado Biopsia Mental, en el que se experimenta la creación literaria con tendencias científicas-artísticas. Participación en eventos de declamación y ha colaborado en Hologramma con un poema titulado Apoptosis Existencial (http://www.hologramma.mx/apoptosis-existencial).



Síguela en Facebook

 

Historia Anterior

Ciudad Chatarra: Todos perdemos a alguien por Sandra Fernández

Siguiente Historia

Iris por Diego Armando Solis