Tres noticias en menos de 4 días, dan cuenta que aún tenemos muchos pendientes en torno a la #DiversidadSexual:
Cesar Ulises Arellano, joven gay, se suicidó agobiado por su contexto en torno a su orientación sexual en #Jalisco; 'Kleo' Hernández Flores (Lucre), feminista y lesbiana, es levantada y asesinada con cada una de las sañas que se dedicó a denunciar en el contexto de violencia en #Guanajuato, Lizeth Rodríguez, mujer trans, es hostigada, humillada y despedida en su trabajo del IMSS en #NuevoLeón.
Algunas reacciones ante tales noticias, las menos pero las más violentas, dan cuenta del porqué acontecen aún estas situaciones: "un puto menos para mi México, así deberían hacer todos", "ser vieja y andar de puta revoltosa en esos pueblos, la dejó en el hoyo", "no se aceptan ni ellos, como vamos a trabajar con eso con riesgo a que nos viole". Despojar de su humanidad y dignidad a alguien por miedo, odio e intolerancia irracional le puede acabar jodiendo la existencia o la misma vida.
Nuestro mero "ser" es política; en una sociedad lesbo, homo y transfóbica, el cuerpo y la sexualidad autónoma son, por el simple hecho de existir, una postura a contracorriente; sigamos abonando a la deconstrucción de la discriminación y de las fobias irracionales, especialmente en aquellas regiones y lugares donde existen otros Méxicos, que no son los de las disertaciones centralizadas en torno a nuestras realidades.
Importante recalcar que soportar el empoderamiento político de los movimientos en contra de la Igualdad de Género y la Diversidad Sexual, es abonar a la prevalencia de estas violencias; en el panorama electoral actual todas las coaliciones y partidos lo han hecho, suponer que uno u otro no, es un autoengaño o conveniencia de quien lo hace, sacarle raja partidista en provecho propio, es más bajo aún.
Justicia y paz para cada uno de ell@s