Morir en la raya por Angel González Cabrera

La renuncia de Roberta S. Jacobson, quien dicho sea de paso era una excelente diplomática del Departamento de Estado para las relaciones USA-México, a pesar de la política confrontativa de Trump, generó un acontecimiento directo, dos conexos y uno indirecto que me hacen suponer que nuestros vecinos norteños ya asumen inminente la llegada a la presidencia de AMLO, con las filias y fobias que puede generarnos. Tales son los siguientes:

Se anuncia como inminente el nombramiento de Ed Whitacre Jr. como nuevo embajador estadounidense en México, no es casual dicho nombramiento, además de diplomático, es empresario y el principal socio de Carlos Slim para sus inversiones en latinoamérica que, per sé, lo hace el principal socio del magnate en las que tiene en México. No hay que olvidar que Slim fue uno de los empresarios con mayor interlocución con AMLO cuando éste hubo de estar en la Jefatura de Gobierno del otrora DF.

Un movimiento en el gabinete económico de AMLO anunciado hace una semana, se muestra como preludio de esta eventual interlocución. Miguel Torruco Marqués, viene a encabezar las negociaciones con el sector empresarial extranjero del equipo de AMLO, en quite de Alfonso Romo de Grupo Monterrey, quien se queda sólo como interlocutor con empresas nacionales; Miguel Torruco, además de empresario, es también consuegro de Slim Helú y también socio de Whitacre.

Ayer mismo se anunció la convocatoria del equipo económico del candidato, para negociar aspectos fiscales, de inversión y de competitividad con los tres empresarios mexicanos con mayor inversión extranjera en USA; Larrea de Grupo México, Baillères de Grupo Bal y Slim de Grupo Carso. Dos ya contestaron la convocatoria afirmativamente, falta Larrea que continúa reacio pero no dudo que ya recibe llamadas para acceder.

Por último, las declaraciones y presión de Rober Lightgizer, negociador de USA en la sexta ronda del TLCAN, para no avanzar en compromisos sustanciales en ésta, sentenciando que por ahora su representación consideraba más importante llegar a acuerdo parciales y esperar las negociaciones con el “eventual gobierno y sus nuevos interlocutores que habrán de retomar las rondas”, denota que le andan midiendo las aguas a la situación actual del país.

Supongo y concluyo que, ante la luz de los sondeos, en WA ya decidieron dejar “morir en la raya” al PRI; sólo me queda citar la frase que un amigo me dijo respecto de este punto de vista al compartírselo: “All magic comes with a price”, al tiempo se verá cuál.

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