Cuéntame una de Superman… ¿en género gore? por Alejandro Valdés

Imaginen que les importa muy poco el plagio y se dan la libertad de robarse (literalmente) la forma en cómo llegó El hombre de acero a nuestro planeta. Imaginen también que no vieron el tráiler de la película y que tuvieron la increíble suerte de que en redes sociales digitales y no digitales no dijeran nada de BRIGHTBURN.

Sí, fue mi caso y me alegro.

Se sientan en la sala (casi vacía) y preparan sus palomitas para ver una más de superhéroes. De pronto salen dos actores de caras conocidas tratando de procrear (si, tener hijos. Idea bastante antimilenial). Se va la luz y se ve un meteorito. Piensas literalmente “increíble. Solo falta que se llamen Kent.”

 

En fin, te ríes solito, tal y como está la sala. Para colmo te acuerdas de donde viste a la protagonista. ¡Claro! es Elizabeth Banks ¡Es la comentarista estúpida de Pitch Perfect y la diseñadora de imagen de The Hunger Games! La neta, esto no pinta nada bien.

 

Pocos minutos después comienzas a sentir la trama trillada de todas las películas del género (de superhéroes, por supuesto): Happy family, happy town, happy people… Sigue sin pintar nada bien esto.

 

Pero aquí viene la magia de la película: resulta, por mera casualidad que ¡NO ES OTRA TONTA PELÍCULA DE SUPERHÉROES!

 

El director David Yarovesky (director de cortos y mejor conocido como un ravager de Guardians of the Galaxy) Maneja sutilmente la supuesta superioridad del niño de otro planeta y lo convierte más en una posesión demoniaca que en otra cosa. Y tal vez es muy simplista explicarlo de esa manera, pero no hay otra forma. Las supuestas voces que escucha BRANDON BREYER personaje bien llevado por Jackson A. Dunn (Antman de 12 años en ENDGAME).

Como breviario cultural, recuerdo cuando en 1970 escuchaba que a Linda Blair le prohibieron ver el corte final de The exorcist hasta que tuviera edad suficiente de no impresionarse. Lo mismo pasó con Haley Joel Osment en The Sixth Sense. Definitivamente en la actualidad no he escuchado un solo comentario de que le prohibieron ver el corte final a Dunn de BRIGHTBURN. Vaya que han cambiado las cosas.

 

En términos generales, hubiera perdido mucho el largometraje de 1 hora y 30 minutos si hubiera sido demonios y no súper poderes. Hubiera estado llena de clichés absurdos y escenas tontas. Pero al ser un niño con súper poderes, todo cambia. Es una película que, como otras de superhéroes, no abusa de los efectos especiales. Y gracias a que se desarrolla dentro del género gore, la película se llena de muertes agresivas y llenas de sangre. Escenas que hacen que tus palomitas se queden a un lado en momentos y lo peor: todo lo hace un niño de 12 años.

 

Otro de los aciertos (para mi gusto) del director es que no abusa de las escenas largas o melosas. Tampoco quiere explicar el origen de todos y de todo lo que sucede. Cuando el protagonista se da cuenta de la naturaleza de su existencia, abandona todo sentimentalismo moralista o ético, y se presenta como verdaderamente es: un extraterrestre cuyo objetivo en la tierra es conquistarnos y acabar con la humanidad.

 

¡Ah! Pero no puede faltar la “kriptonita” de “súper Brandon”. El material con el que está hecha su nave puede causarle daño e incluso matarlo. Eso se ve casi en el principio de la película. Solo diré esto para que los spoilers del artículo no sean totalmente destructivos para que disfruten la película.

 

Con un desenlace muy al estilo más puro de películas de terror y de gore, todo queda dicho y bien explicado. A mi parecer no falta nada y está bastante aceptable el producto. Y espero de corazón que no quieran hacer segunda parte, poco probable por la baja taquilla que tuvo a nivel mundial.

Lo he dicho en alguna otra ocasión (creo que para mi artículo de Summer of ’84) y lo vuelvo a repetir aquí. No es una película que vaya a ganar grandes premios comerciales ni no comerciales. Y aquí me permito alargar un poco este comentario, ya que siento que los últimos años una película es buena de acuerdo a los premios que sean recibidos por ella. Hay joyas en el mundo del cine que no tienen que ser ni son premiadas y que vale mucho la pena ver.

 

BRIGHTBURN es una muy bien lograda película de terror, con personajes poco acartonados y humanos que a veces extraño en otras películas donde todo es absurdo y sin sentido y el chiste es matar.

 

Hay momentos que, sin ser The Sixth Sense, las cosas no pasan como el espectador esperaría. El final fue tal y como tenía que ser, sin exagerar ni destruir la buena línea dramática que tiene toda la película.

 

Cuando surgieron los créditos me acordé que también el soundtrack está bastante bien. Recomendación al margen, BAD GUY de Billie Elish es una canción excelente. Esperé el final-final de todas las películas de superhéroes después de créditos, cosa que no sucedió. Encendieron las luces y salí de la sala satisfecho. Lo mismo sentí con Aladin, cosa contraria con Men in Black International y Toy Story 4. No hablaré más de estas dos últimas películas porque honestamente no vale la pena.

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