De pinta virtual I. Tecnología «educativa». Por Moisés Campos

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El ser humano no se entiende si no es con la tecnología que ha producido por miles de años para facilitarse las cosas: adquirir conocimiento, generar herramientas, mecanismos, recetas, edificios y muchas cuestiones más que han hecho las sociedades que somos.

La civilización inició con el descubrimiento de la domesticación de los granos. Este fenómeno se dio de manera paulatina en las tribus nómadas de cazadores recolectores.

El sedentarismo brindó a los humanos nuevas formas para organizarse en el trabajo y con la nueva división laboral se generaron excedentes lo cual devino en nuevos sistemas sociales.

En historia reciente, un evento que impulsó un desarrollo tecnológico sostenido y continuo fue la invención de la maquina de vapor, máquina que resultó en la Revolución Industrial y los procesos estandarizados.

La nueva forma de producir redujo costos y explotó la mano de obra durante muchos años, para propagar un sistema que hasta el momento es insostenible.

Pese a eso y a que el siglo XX se describe por dos guerras mundiales; el desarrollo de tecnología convergió en los dispositivos de comunicación con los que contamos hoy, día a día.

De la primera a la segunda guerra mundial el armamento usado tuvo un salto tecnológico gigante. En la Primera Guerra Mundial se usaron por primera vez armas semi-automáticas, pero aun conservaban la caballería. En cambio, durante la segunda guerra mundial el armamento permitió el combate aéreo, la bomba atómica y la intersección de comunicaciones de radio.

No podemos entender la tecnología de nuestros días sino hubieran pasado estos dos acontecimientos.

Más adelante, la carrera espacial dio indicios de lo que podíamos a llegar hacer con la tecnología que se desarrollaba durante los años de posguerra.

Los rusos fueron los primeros en colocar un satélite alrededor de la tierra en octubre de 1954. Spuknik-1 medía 2.3 metros, pesaba alrededor de 83 kg y ocupaba un watt para ejecutar su trasmisor que emitía ondas de choque a todo el mundo.

En 1969 el primer humano que pisa la luna inaugura una etapa del desarrollo tecnológico. La computadora que puso a Neil Armstrong en la luna contenía un código con 2048 palabras y una memoria RAM de 36.864 bites.

Para hacernos una idea, el código que procesa un smartphone funciona con una memoria RAM de al menos tres gigabytes y para encender requiere de ocho watts. Actualmente tenemos en las manos aparatos con más capacidad de almacenamiento, procesamiento y energía que en los dispositivos que permitieron el «gran salto para la humanidad».

 

Tecnología en el México de hoy

En México, se estima que el 86.5 millones de personas cuentan con un celular y representa 75.1% de la población de seis años o más, de ese universo nueve de cada diez celulares son un smartphone.

El 95.3% de los usuarios de internet accede a él por medio de su teléfono, 33.2% en una computadora portátil y el 28.9% en una computadora de escritorio.  En este país 80.6 millones de personas son usuarios de internet.

El principal uso que le dan los nacionales al internet corresponde 91.5% al entretenimiento, 90.7% a la obtención de información y por ultimo el 90.6% para comunicarse.

La red social que más se usa es Facebook, en una estimación de la UNAM sobre los hábitos de los mexicanos en redes sociales, publicados en el Primer Estudio Nacional “¿Cómo usan los mexicanos las redes sociales?”.

El 99% de los cibernautas usan esa red social, 77 millones de personas usan WhatsApp y es en esta red donde se originan más noticias falsas, ya que 63.3% de las noticias falsas son reenviadas por familiares, y el 61% por amigos.

Con la tecnología de hoy, el internet de las cosas, la inteligencia artificial y la necesidad de suplir las clases presenciales por la virtuales, ¿estamos listos los mexicanos para ocupar este lienzo en blanco para generar un ecosistema de aprendizaje y funcionalidad en la industria 4.0?

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