Día 619 d.A. Mariana Perea

Dicen que cuándo uno sufre o se aburre el tiempo parece transcurrir más lento, como al momento hacer ejercicio. Sólo han transcurrido 619 días desde que AMLO tomó posesión de la banda presidencial. Apenas…

Para el aún secretario de la SEMARNAT se le habrá hecho eterno, como puede demostrarse con la desafortunada grabación que se difundió la semana pasada. En ella se puso en evidencia la honesta opinión que tiene respecto de la 4T y la falta de objetivos compartidos al interior de MORENA pero, seamos honestos ¿nos sorprendió lo que dijo? Acaso sólo le puso voz a lo que buena parte de los mexicanos ya nos habíamos percatado; porque es medio complicado hacernos pensar que saben gobernar cuando desde diciembre 2018 han impartido magistral cátedra en el arte del reculeado.

Visit Mexico, es el nombre del más reciente espectáculo de comedia obradoriana. La página nos ha brindado varias horas de esparcimiento en las redes sociales, donde ha parecido que los internautas se propusieron encontrar la traducción más ridícula posible para varios lugares. Sólo nos cabe esperar que la Secretaría de Turismo no decida tomarles la palabra y usar sus interpretaciones en la web oficial a fin de acatar el austero margen presupuestal que busca seguir las prédicas del presidente…por cierto, es bien sabido que el mandatario no habla inglés, no había necesidad de demostrarlo, aunque quizá sí de sobarle el ego pues ha tenido semanas complicadas.

El semáforo epidemiológico del estado Cuna de la Independencia está naranja desde la semana pasada y de mucho en mucho la gente regresa a una nueva normalidad que, para mi perpetuo estupor, se parece más a la vieja normalidad de lo que mis sobrinas gemelas se parecen entre sí (debo confesar que me ha costado distinguirlas, a las niñas). Ser el responsable de esta decisión no es posición envidiable, pues a fin de evitar quedar como el asno de Buridán, debió se optar por la pírrica resolución de rebajar el nivel de alerta en el estado…he ahí la natura de ser gobierno.

Cayó un gran capo la semana pasada, y no, no fue alguno de los tantos en el gobierno. Simplemente se trata de la captura de “El Marro”, y se me disculpara, pero todo el asunto me deja un sabor de boca como a pactado. Fue una captura bastante aclimática que no serviría para hacer si quiera el tráiler de una serie en Netflix ni aunque anotáramos a Hans Zimmer para componer la banda sonora…habrá que esperar al proceso judicial (si es que el protagonista no se escapa por la de cuota), a la lucha de poder que se desatará en tanto al interior del grupo de Santa Rosa y al conflicto entre éstos contra el CJNG por la plaza guanajuatense para poder escribir el guión que dejará a Tarantino como director de películas infantiles.

Supongo que el atractivo de ser servidor público electo son el prestigio, el poder y el dinero que se manipula; malo es que no hay certificación para demostrar que los individuos postulados además son capaces de tomar decisiones difíciles en tiempos complicados o que si quiera tienen un ápice de patriotismo y civismo, con el fin de darle a la ciudadanía la tranquilidad de que, cuando menos, las decisiones que tomen serían honestamente en pro de los intereses nacionales. Hoy todavía nos faltan 1603 días para el final de este sexenio.

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