“No miente sólo quien habla en contra de lo que sabe que es verdad, sino también aquel que habla en contra de lo que no sabe.”
F. Nietzsche.
Este mes nuestro distinguido presidente de la República contribuyó con una más al expediente negro de “burradas” de los supremos ejecutivos, a su perfil particular y al de los administradores públicos diciendo estupideces sobre los drones.
No han pasado seis años desde la fecha en que el exgobernador de Guanajuato, Miguel Márquez, dijera que los drones eran cosa de las películas de Hollywood.
Semejante irresponsabilidad será pasada a la historia como eso sólamente: una burrada de otro político más, y en el mismo mes tenemos a otra iluminada que se subió al podio de la Cámara de Senadores a hacer una declaración estúpida, en esta ocasión sobre la marihuana y sus efectos sicotrópicos.
Sin embargo, semejantes disparates deberían de ser tomados como lo que son realmente: un acto deliberado de desinformación para manipular a un pueblo ignorante, por provenir de figuras públicas de su talla.
No es posible que los narcotraficantes hayan tenido un interés más inmediato para integrar los drones a su vida diaria, mientras los políticos que gobiernan el país sigan considerando a esos aparatos como una novedad.
Hasta cuándo empezarán a integrar la tecnología en sus planes de desarrollo y empezarán revisar los adelantos en ciencia y tecnología, no como un catálogo de compras personal, sino como una posibilidad de solución a problemas que nunca han podido resolver.
Definitivamente, el pueblo debería de reaccionar más enérgicamente cuando una figura pública lo quiere tratar de estúpido, pero estoy consciente de que a todos esos sujetos que defienden las paredes poco les importa que alguien los trate de estúpidos, y probablemente ni cuenta se den.
En una región diferente a la 4:
Mientras tanto, las “Europas” han seguido el ejemplo de China, la nación creadora de los fuegos artificiales, al sustituir estos por drones para hacer un gran espectáculo nocturno.
La ciudad de Dublín uso esta noche 500 drones para celebrar el día de San Patricio.
Imagínese usted, queridx lectxr, ¿cuándo podremos presenciar un espectáculo como esos si nuestros dirigentes creen que esos aparatejos son cosas de película a las que se les puede dirigir con fusiles?