Muchas veces me he llegado a preguntar si algún día mi generación tendrá un ídolo como Pedro Infante como lo fue en los mejores años de nuestros abuelitos o cómo Juan Gabriel y Luis Miguel quien lo fuera para nuestros padres. Esa pregunta ronda en mi cabeza cada vez que veo a María Félix o escucho a Javier Solís y no solo porque estemos en el mes mas mexicano del año, el mes donde escuchamos el mariachi más de lo normal, sino que ahora ese impacto que tenían los ídolos mexicanos se ha ido transformando conforme han pasado los años.
Las películas más taquilleras hace 60 años eran protagonizadas por mexicanos, personas del y para el pueblo, actores y artistas que establecían un vínculo único con los espectadores, contaban historias que mostraban la vida cotidiana de un México que no volverá.
Nuestro país es rico en todos los aspectos, pero no se diga en cultura, en mi opinión no creo ser la única que le hubiera gustado en esos tiempos de glamour y elegancia que derrochaban Miroslava Stern o Dolores del Río.
Gracias a artistas del nuevo milenio, muchos jóvenes han tenido un acercamiento a la música mexicana, tal como la multi premiada Natalia Lafourcade volvió a poner en las listas a Agustín Lara, Ángela Aguilar quien en su más reciente producción nos acerca a las letras que hicieran famosas Lucha Villa y Lola Beltrán y Natalia Jiménez, la española que le rindió tributo a Juan Gabriel y Rocío Dúrcal.
¿Acaso será posible en un futuro tener un compositor con el mismo impacto que José Alfredo Jiménez?, ¿Llegaremos a tener un ídolo en que en 40 años abarrote el Palacio de Bellas Artes? ¿Habrá otra canción que nos haga sentir un millón de emociones como lo hace “El rey”?, muchas preguntas y pocas respuestas, pues estamos expuestos a un futuro impredecible, un futuro en el cual no sabremos si habrá otras abuelita como Doña Sara García, otra niña con las ocurrencias que tenia la Tucita, o si tendremos otra diva como lo fue Lola Beltrán.
Esperemos que si tengamos ese tipo de ídolos, que tengamos una canción de amor como lo es “Cien Años” o una de despecho como “Por tu maldito amor”, porque aceptémoslo, l música mejor los capítulos de nuestra vida, es la Banda sonora que nos regresa a momentos, lugares, situaciones e incluso nos hace revivir a personas.
Quedo a la espera de un ídolo de esa talla, que pueda estremecer millones de corazones como Consuelito Velázquez, Tomás Méndez y Agustín Lara, un icono mexicano que de a conocer el México lindo y querido en el extranjero, tal y como lo hizo Antonio Aguilar.
Los tiempos cambian y todo evoluciona, pero ojalá tengamos un ídolo de esa talla como los de hace unas décadas, que se sepan ganar el cariño de la gente a través de su talento, un ídolo que las futuras generaciones admiren como lo hacen con Frida Kahlo en nuestros días, merecemos un ídolo como ellos, como nuestros padres, abuelitos y tíos lo han tenido.