#LadyQuimio por Luz Atenas Méndez Mendoza

Quiero aclarar algo: no tengo nada en contra de nadie… excepto de la gente que se inventa una enfermedad para ganar algo; en las redes sociales, la moneda de intercambio (aparte del dinero que inviertes a veces por PayPal), suelen ser los packs, los likes, las etiquetas y las solicitudes de amistad que uno acepta o rechaza. Como es normal en la actualidad, casi todos contamos con un perfil en alguna red social; una vez escuché a alguien que me dijo “si no tienes facebook, no existes”, y bueno, una cosa llevó a la otra y ahora soy miembro activo de varios grupos de intereses en común, como algunos de los lectores me imagino que son. Pero bueno, me desvío demasiado y les he prometido algo que pensé digno de ser escrito.

Empezaré por el día de hoy: durante la hora del almuerzo (11:30 a.m.-12:00 p.m.) me dispuse a revisar el facebook, como a veces hago, para poder compartir algunos memes con mis contactos, información variada o comentar en lo que otros ponían. Repentinamente, surgió la notificación donde uno de mis contactos había compartido algo en un grupo en el cual estamos, así que fui a ver la publicación para encontrarme con una serie de fotografías y un escrito bastante largo donde acusaba a una chica, miembro del mismo grupo y de otros más, de ser una mentirosa. ¿El delito? Fingir que tenía cáncer, que asistía a quimioterapias y el tener a varios de los contactos preocupados por ella.

Ardió Troya. Literalmente, podría haberse dicho, pero sólo cibernéticamente.

La chica exigía, por medio de un grupo de whastapp, que se retirara la publicación, misma que también se había puesto en otro grupo puesto que de ese “tópico” o “área” somos varios y existen varios grupos. Aparte, en las mismas publicaciones, se indignaba y decía que eso “le subía la presión”, que “era una ofensa” y que “qué poca madre que pusiera cosas así”, exigiendo que se respetara su “privacidad”, misma que ella había quebrado al momento de hacernos A CASI TODOS partícipes de su mentira, al andar publicando fotografías de “sus tratamientos” y de los “regalos” que se le daban, así como de sus “antojos”, los cuales incluían bebidas con alcohol y azúcar, chocolate, viajes de un lado a otro y otras cosas.

Algo no cuadraba.

Si estaba en fase terminal de cáncer, diciendo que se pasaba los días en el Hospital, que le hacían tratamientos dolorosos y que estaba débil, ¿por qué tener el uso del celular todos los días, todo el día, y hacerlo público? Tal vez todos intuímos algo, pero nadie se atrevió a cuestionar lo que nos presentaba; algunos le decían que la podían ir a ver al hospital, que inclusive podían ayudarle con su enfermedad, que les interesaba y ella sólo decía que quería memes, ánimos y que platicaran con ella. Se la pasaba poniendo dinámicas durante el día en los grupos, además de pedir packs a los pobres varones de los grupos para “ayudarla en su pesar”.

Regresando a la trama, el día de hoy #LordPack (como lo conocemos algunos en esos lares) le acusó de ello, mostrando pruebas donde le pedía el nombre del hospital y del médico que la trataba para poder ayudarla, porque le interesaba que estuviera bien, a lo que ella respondía con evasivas. No era la primera vez: varios llegaron a querer visitarla, recibiendo como respuesta un “no sé en qué lugar del hospital estoy, y me van a mover, así que no”. Hubo, inclusive, una vez en la cual “encargó su teléfono a una de sus amigas para que ella platicara con nosotros”, y era todo un mar de lágrimas porque #pobrecita, #convaleciente, #cáncer, #chicaguapa, #mujervaliente y pendejadas así.

Aproximadamente a medio día fue cuando pasó todo eso. Cuando se dejó caer el velo de la mentira, vamos. En el whatsapp muchos le dijeron que las fotografías que subía a su instagram estaban bajadas de internet y ella se ofendió más porque nadie le ayudaba, porque las pruebas eran irrefutables y, además, ya nadie le creía. En su cólera, quizá, decidió salirse de los grupos de whatsapp y de los de facebook, eliminando su cuenta y dando de baja su número de teléfono (a lo mucho me da a pensar que sólo quitó el chip, pero bueno). Sin embargo, su Instagram seguía activo, sólo que ahora en privado. Ella había intentado que se borraran las huellas de su existencia cibernética, definitivamente, alrededor de las 1:10 p.m., olvidando que nada, NADA se borra de la Internet, en realidad.

El desconcierto se cernió sobre los miembros de la red social, poco a poco, y todos comenzamos a hablar del tema. Había screenshots de la publicación de #LordPack, acompañados de preguntas como “¿Qué pasó con ‘la enfermita’?”, “¿Y sí estaba enferma?” y de expresiones tipo “Era una mentirosa, ¡con las enfermedades terminales no se juega!”, “Sólo quería un poco de atención” y otras más.

Una publicación captó la atención de muchos, alrededor de las 2:50 p.m.: “¿Qué no era ella la que fue a visitar a su crush en Puebla?”.

¿Y qué creen? Así era.

Las labores investigativas siguieron y dieron a conclusión que, hará cosa de un año, un compañero se la había pasado largo tiempo comiendo sólo maruchan para poder ir a visitarla; él iba muy esperanzado, hasta donde se sabe, y ella lo recibió, pero las cosas no salieron como alguno habría planeado y no terminaron siendo pareja. El compañero en cuestión se desilusionó (eso se pensó, casi de manera general) y, a ciencia cierta, no sabemos cuál habrá sido la razón; de esto no les tengo un comunicado oficial más que lo que los demás comentaban porque #asísonlasredessociales: quedaron para hacerse tatuajes juntos y, de hecho, se lo hicieron, pero él se dio cuenta de algo y cortó toda relación con la susodicha. Tal vez, sólo tal vez, se dio cuenta de que ella no estaba ni enferma de gripa y, para evitar quemarla en venganza, sólo cortó la comunicación con ella y decidió callar. Es una de varias posibilidades.

La hipótesis decía que era una chica (un tanto) regordita que sifría del Síndrome Münchhausen o que, bien, podría tratarse de un Trastorno Histriónico de la Personalidad, pero eso sólo derivaba en la opinión de la mayoría: era una AW (AttentionWhore).

Sí, ese es el tipo de etiquetas a las que accedemos en la red.

Una compañera dijo que ella la había añadido como contacto pero que le pareció extraño que, contrario a los grupos y el whatsapp, así como el Instagram, no hubiera nada sobre su “enfermedad”; internamente, confiesa, pensó que tal vez le era más fácil expresarse sobre ello con desconocidos, pero eventualmente terminó eliminándola de sus contactos y le deseó lo mejor en caso de que lo necesitara. Muchos, de hecho, esperaban que le fuera bien, que si en realidad tenía una enfermedad ésta no la limitara ni la destruyera, tal vez pensando que en realidad todo el tren fuera mentira.

Cuando la acusación se dio a conocer, en realidad muchos esperaban que fuera mentira y que ella no hubiera jugado como lo hizo, pero luego de 2 ó 3 horas todos pensaban en cómo se había burlado de la manera en la que lo hizo.

A las 4:30 p.m., como reloj, regresó a whatsapp. Algunos contactos le mandaron mensaje, marcando las dos palomitas de “Enviado” y “Recibido”, mas no eran azules.

Para cuando el reloj dio las 4:44 p.m., el compañero que se había tatuado con ella se pronunció en un breve mensaje, diciendo que no podía comentar detalles, continuando con la expresión “sépanse que la mayoría de lo que han expuesto es verdad y hasta se queda corto”, para finalizar con que no se quitaría el tatuaje aunque ella fuera una mitómana puesto que aún eran amigos. A esa misma hora, otra compañera expuso screenshots de su Twitter donde decía “ten miedo de mayo, ten miedo de mí que te voy a estafar” y “gracias dios”.

Había especulación de que, en un momento dado, la joven pediría ayuda económica para solventar alguna práctica costosa, puesto que ya había pedido dinero antes y también había comentado que se encontraba deshauciada, así que muchos compañeros le tendieron la mano y le depositaban dinero, además de hacerle recargas de saldo eventualmente.

Para las 5:27 p.m. toda la actividad aminoró; por los grupos de whatsapp se mandaba un audio que ella misma había grabado, llorando y diciendo que tiene que entrar a operación. El contenido en sí no era tan valioso, sino el significado del audio y el objetivo con el cual había sido grabado: hacer más grande y creíble la mentira que había urdido durante largo tiempo. Entre algunos intuímos que esta idea había tomado mayor fuerza durante este año, a pesar de que la compañera tenía más tiempo en los grupos; es probable que al ver el comportamiento de solidarización de los grupos, a pesar de siempre estar listos para el mame, la idea germinó en su cabeza. ¿Por qué no fingir algo y sacarle provecho? ¿Qué era lo peor que podía pasar? ¿Podría ser descubierta? ¿Qué precauciones debía tomar? Es inimaginable e inexacto el cómo y cuándo surgió, pero lo que es seguro es que hoy, martes 29 de mayo del 2018, todo estalló y para todos lados volaron pedazos del tren.

Para las 5:43 p.m. ya se estimaba que el tren del mame había muerto. Dijo un compañero: “lo único que queda son secuelas”, y tenía razón. Había sido un tren grande, diríamos muchos que hermoso; el problema con él tal vez, era que fue un rompecabezas enorme que fue armado por muchos, menos por la persona que figuraba en la imagen. Ella sólo había prestado eso: su imagen; todos los demás nos dimos a la tarea de reunir las piezas y ver dónde encajaban, cómo encajaban y por qué encajaban.

Sin embargo, otra compañera la confrontó y sólo recibió tentativas de disculpa, porque ni siquiera eran disculpas; de hecho, el diálogo fue algo más o menos como “el que nada debe, nada teme”, a lo cual #LadyQuimio se resignó y respondió “ya no diré más”. En este mismo vagón (o publicación, como guste llamarle) se dio a conocer que la chica había estado viviendo con un varón, del cual “se embarazó” (esto lo pongo entre comillas porque hay mucha especulación sobre las imágenes de su embarazo, una siendo un ultrasonido [que muchos dicen sacado de Google] y la otra aparece usando un abrigo grande y lo que muchos dijeron era una almohada bajo éste), posteriormente dejó al joven y perdió al bebé “por la quimio”. Se estimaba que en 2012 había sufrido cáncer y que gracias al tratamiento se recuperó, pero que en 2015 regresó su enfermedad y que hasta tenía leucemia. Aún así, todos estimábamos que todo era mentira, luego de horas de lectura sobre el tema y de varias piezas dispersas, juntadas por los compañeros.

Aunque debo decir que, a pesar de que su tren haya sido en ausencia, siempre hay memorias póstumas para aquellos que tuvimos contacto con la persona en cuestión, aunque hubiera sido un poco.

Además, siempre tendremos los screenshots.

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