I
Me has invadido,
en cada pequeño rincón de mi ser
con algún celaje tuyo,
un celaje que no es claro distinguir entre la
falta de entendimiento hacia ti.
¿Cómo explicarte que me has dejado
en una inmensa laguna, ahogada
en la incógnita y perdida en el enigma?
Has invadido mi ser de curiosidad,
Curiosidad de conocer el alma libre que
esconden esos marrones ojos tuyos;
curiosidad de ti, anhelo de ti,
curiosidad de ti hacía mí, deseo de ti
¿Cómo explicarte que me quiebro la cabeza,
intentando armarte con esos tenues recuerdos
que me aceleran el corazón?
Porque sí, contigo he olvidado cualquier ritual de acción,
contigo dudo si dar un paso adelante o un paso atrás;
contigo hasta mis impulsos se ven sesgados.
II
¿Cómo explicarte que, a pesar de todo,
no hay un instante en donde mi razón no te piense,
y mi corazón no te sienta,
que, a pesar de todo,
no hay un instante en donde no me inspires
como numen y testigo de la noche?