Mi mamá se extingue como el Amazonas. Rebeca Gómez

El fuego comienza a ahuyentar a los animales, algunos árboles caen como la mirada de papá.
El humo no deja ver con claridad,
asfixia la situación.

El fuego consume al Amazonas
A mi madre la consume el cáncer
La primer noticia en el televisor habla de culpables, del calentamiento global, de la contaminación.
Yo hablo de los médicos, y Dios y la vida…
A lo lejos se murmura «¿Qué podemos hacer?», «¿Qué doctor hay que ver?» …Y su respuesta fue «sólo 4 meses» … ¿Cuánta vida cabe en 4 meses?
La primer noticia en el televisor calló,
todo en la habitación calló
Y yo en sincronía callé.

¿Cómo se reconstruye un Amazonas en llamas?
¿Cómo le regresas su flora y su fauna?
Y que tontos…

Comenzó la proyección de una extinción lenta.
En las noticias el entablado decía «24horas el Amazonas en llamas»
En 24 horas una mujer hermosa ya había agradecido.
En 24 horas la misma mujer había tomado mi mano para despedirse.
En 24 horas esa mujer repetía lentamente «hija diles a todos que me hicieron muy, muy feliz»
Sólo en 24 horas, mi madre convirtió las llamas en agua, y el fuego del Amazonas se retiró.

El Amazonas calmo su fuego
Su flora y su fauna ya hacían muertos y calcinados.
Sólo bastaron 22 días para que mamá se extinguiera.
Y que tontos… Cómo llamarle extinción a lo que no vemos…
Qué tonto sólo creer en lo táctil…
Si de bajo de esas cenizas hay tierra húmeda que grita vida, recuerdos, amor.

De pronto una flor brotó de todas las cenizas.
Una águila hermosa rodeaba el Amazonas.
Sí, mamá había emprendido su vuelo.

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