No olvidemos por Fabiola Fernández

Es cierto que a diario tenemos noticias malas, no existe una fecha en dónde nuestro día inicie con tragedias, pero me duele saber que las noticias trágicas son mayores. En estas fechas hemos despertado con la noticia de muerte de niñas, violaciones, mutilaciones,  y en algunos de estos casos fue a manos de su propio padre.  Sin duda han sido noticias que me han roto el alma, e incluso me dejaron sin palabras, pero no puedo quedarme sin palabras ante tales hechos, al contrario, quiero escribirlas, y compartirlas con ustedes, porque la situación toxica que vivimos tiene que cambiar, tenemos que estar consientes de la realdad que vivimos y no dejarlo pasar, nuestra sociedad ya cayó en que pasa un acontecimiento, duele un momento y lo olvidamos en un solo día. No, me rehúso a caer en ese conformismo que se ha generado, escribo porque me duele, escribo porque necesito que cada vez seamos más las personas que no estemos conformes, que nos cuestionemos sobre cambiar nuestro entorno, de ser consientes que poco a poco cambiarán las cosas con el simple hecho de comenzar el cambio por nosotros mismos.

Me duele que los valores se han perdido desde nuestra familia, que cada vez sean más discusiones y menos amor, que el odio sea sembrado y no valores, que el único valor que se hereda sea el material, que los hijos cada vez se vuelvan egoístas y piensen en la herencia y no en vivir el momento con sus padres.

Sin duda estoy consternada ante los hechos, pensar que tres niñas fueron sepultadas por ser ignoradas las leyes, la justica y los valores en la familia. Saber que el cuerpo de una niña de ocho años, inocente, que sólo otorgaba sonrisas e ilusiones, apareció en un baldío, el dolor de los padres al reconocer el cuerpo de su hija, y que el hombre que le quitó la vida era un taxista que circulaba con placas de la impunidad, ese taxista al que un día pudimos subir y prestarle la confianza de pedirle que nos lleve a nuestra casa, saber que no es la primera vez que enfrenta a la ley, ya que ha tenido muchas agresiones  entre ellas abuso sexual, y que claro nuestras autoridades no hicieron nada, lo dejaron libre y terminó con los sueños de una niña, y derrumbó la ilusión de sus padres.

Como digo, Anita de ocho no fue la única con ilusiones destruidas, también Estrella de siete años, fue encontrada desangrándose  con una herida en el cuello, un arma blanca frustró sus primeros años, debido a que un hombre que estaba ebrio la atacó sexualmente y acabar con su vida.

El tercer hecho que ocurrió fue de una bebé de sólo ocho meses de nacida, la cual encontró la violencia que se vive en este mundo, en propias manos de su padre, quien después de golpearla y lastimarla con un arma blanca le quitó la vida, sin duda algo terrible.

Estos tres sucesos que parecieran de una película llena de terror y psicosis, son historias que se suman a los 46 feminicidios de menores cometidos en México en lo que va del 2018. Es lamentable que la frase “Ni una más” sea cada vez más usada porque la impunidad es lo que a diario tenemos en nuestro país.

Sin duda este tipo de noticias me consternan, me pudren alma, pero lo único y más importante que debemos de hacer es cuestionar a nuestras autoridades, aportar cosas positivas a nuestro entorno, ser mejores, ser empáticos y dejar el egoísmo que cada vez es mayor. Cambiemos, aportemos a nuestro entorno, cuidemos nuestra familia, no dejemos que cada vez sean mayores los seres tóxicos que pudren nuestra sociedad, no olvidemos las cosas con facilidad, proyectemos amor y valores, cuidemos lo que decimos y hacemos, ayudemos a los otros, no hay que ignorar lo que pasa.  Ayudemos a que la gratitud sea mayor, no esperar algo a cambio y no dudar que comenzando que por nosotros mismos exista un cambio.

 

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Mi nombre es  Fabiola Fernández, soy Licenciada en Comunicación,  una apasionada de la fotografía, me gusta reflexionar sobre mi entorno, mi filosofía de vida se rige en la palabra “UBUNTU”, ya que la considero mágica por su grandioso significado,  el cuál es una regla ética o filosofía sudafricana enfocada a la lealtad con las personas y a su manera de relacionarse.  Ubuntu ¿Cómo uno de nosotros podría estar feliz si todos los demás están tristes?

Me gusta la filosofía de esta palabra pues soy creyente que aportando cosas positivas a mi sociedad, poco a poco podemos mejorar.

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