Nos faltan por Jesús Emmanuel León.

En el aire se respira el duelo, la furia, la inconformidad y el desaliento, puesto que en nuestras vidas nos faltan motivos para estar contentos.

Vamos día a día con el rostro tenso mientras cuidamos por todos lados que no vengan a quitarnos lo nuestro.

Caminamos apresurados, esperando que en el camino no ocurra un imprevisto, que no se dañe nuestra integridad por un acto cobarde como lo es el delictivo.

Se puede ver la preocupación y el miedo, se puede sentir la desesperación ante la incertidumbre del peligro al acecho.

Nos faltan risas que nos saquen por un momento de esta cruel rutina, nos faltan abrazos de consuelo por todos aquellos que  están en duelo, porque nos faltan abejas, nos faltan linces y faltan carneros, faltan lobos, faltan bulldogs y nos faltan correcaminos.

Nos faltan miembros de la familia, nos faltan hermanos, primas, tías, sobrinos, cuñadas…nos faltan nuestros hijos.

Nos falta esa gente honesta que se dedicaba a trabajar para que en el futuro su descendencia pudiera vivir en paz, nos faltan sueños -ahora inconclusos- que querían al mundo cambiar.

Nos falta mucho como sociedad, y las autoridades ¿En qué carajo pensarán?

Mientras ellos no dan respuesta para mejorar, nos siguen faltando voces, pero ni en su ausencia nos podrán callar.

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