Ponerle pausa al reproductor es sencillo, despejar las voces no es lo mismo. Cuando sobrevaloran las acciones intentan verse en el otro, es preocupante tener que sonreír y saludar cuando no los conoces pero es peor fingir que eso esta bien.
Las voces bailan en el salón idealizando una mejor versión del todo, estar respondiendo cuestionamientos con el dedo fino no es un gran compromiso pero es peor fingir que eso esta bien.
En unos minutos ya lo haces con facilidad y las palabras inundan los odios de los experimentados, o bueno de quienes depende el futuro, un gesto de aprobación y lo tienes en tus manos, pero es peor fingir que eso esta bien.
Podrían dejar de murmurar y dedicarse a respirar, correr en la misma dirección no asegura nada, pero pensar en un mundo utópico es peor que fingir que esto esta bien.