¿Realmente es posible olvidar? En una esquina de la escena, un hombre con camisa blanca y mirada perdida descansa sobre una silla; al mismo tiempo, una mujer busca y acomoda las prendas en un armario. “Dad, dont forget the blue jacket and the red tie”. El olvido es el detonador del equívoco y a su vez éste de la remembranza. The Nature of Forgetting es la propuesta de Theatre Re para Recordar la fragilidad de la vida en una memoria menguante.
Tom, el hombre de la silla (Guillaume Pigé, también director), es protagonista de esta travesía por los recuerdos. Simultáneo a la música en vivo, compuesta especialmente para esta obra, se desarrolla un trazo tan dinámico que parece más bien una danza. Así, sobre un tapanco de madera, con tan sólo cuatro mesas, cuatro sillas y diversas prendas, los cuatro actores recrean en instantes las escenas de la infancia del hombre-niño y el transcurrir de su historia.
Un gancho desnudo es el detonador del recuerdo clave para toda la obra: Isabella. Compañeros desde la infancia hasta la adolescencia, la adultez, el matrimonio y la paternidad, ella y él experimentan de nuevo los juegos y aventuras de juventud al lado de sus amigos, como los días de colegio y las tardes de verano en el cine, en las cafeterías, en los aparadores, los vuelos libres en bicicleta. Cada vez que la memoria amenaza con volver al presente amnésico, la música se vuelca en notas distorsionadas, la luz languidece, la escena se congela y el cuerpo de ella, ante la angustia del hombre, tiembla frágil.
Discusiones y momentos tensos también aparecen en la remembranza, porque sin altibajos no existiría la vida, pero son más los jubilosos episodios que se atesoran en la conciencia. Graduación, celebración, boda; las copas se levantan y todos ríen, mas los brazos pierden su firmeza y caen en un lentísimo desvanecimiento; con desesperación, Tom ajusta y eleva cada mano para postergar lo inevitable, para que no se vayan.
Noche eterna: un hombre y una mujer bailan como si no existiera nadie, como si no existiera nada; sonríen plenos y no importan las prendas arrojadas por todo el espacio, ni la disfonía de los pocos diálogos que se reiteran y difuminan en tropel a través de los micrófonos. El amor de su vida con su vestido rojo en una fotografía, en sus sueños, ante sus ojos… es ese el recuerdo inmaculado que, a pesar de la memoria desfalleciente, da equilibrio y estabilidad a una mente mientras se ensombrece.
“Dad?”, “Sophie!”, exclama Tom por primera vez sin confusión. La hija, idéntica a su madre, aparece en escena junto con los amigos de la travesía. La vida sigue su curso natural y con él también llegará el olvido. Es el día de su cumpleaños: Tom sopla la vela y los recuerdos se mantienen intactos dentro de una resignificada oscuridad.
Theatre Re
The Nature of Forgetting
19 y 20 de octubre de 2019
Teatro Cervantes
Fotografía: cortesía FIC