Remiendo por Gabo Díaz

a close up of a bunch of green plants

La culpa de no sentirme culpable; me remonta a 10 años atrás cuando tú todavía no llegabas a
vislumbrar con tu módica impetuosidad que indiscutiblemente irradias solo con existir.
Esa culpa cuestiona mi lógica tradicional de que las personas “pertenecemos”
específicamente a alguien y sé que no me perteneces ¿o si?. Es decir, eres todo de mi y yo
soy toda por ti, solo que aún con eso, conservo la consciencia del “préstamo” de tu vida en la
mía, con un propósito en particular que no logro definir.
Probablemente el propósito indefinido es justo porque la culpa venda mi visión del futuro que,
siendo honesta, no tenia planeado tener hace 10 años que todavía no llegabas.
Me proyecto en ti como símbolo de sanación que sabe mas a ruptura que a salvación porque
no remienda la fractura en mi que a fuerzas no deseo generar en ti. Pero cuando mas me
esfuerzo en que las piezas de tu destino sean perfectas, mas caos genero irrumpiendo en la
perfección de tu imperfecta y hermosa vida.
¿Y si mis aprendizajes adquiridos son verdaderos y correctos nada mas para mi, y contigo lo
verdadero y correcto no es correcto ni verdadero, sin embargo, como es lo que tengo a mi
alcance, siembro esos aprendizajes equivocadamente; provocando mas culpa, menos lógica y
más incertidumbre en tu propósito?

Mi hermana dice que las personas que son amadas, cuidadas, protegidas y guiadas, son
capaces de acoplarse a cualquier instancia sin importar las adversidades. Concuerdo
totalmente en esa premisa, pero reaparece la culpa, sobre pensando si el cuidado en mi
residencia es real y enorme, o solo porque mis aprendizajes son lo único que conoces; me
extrañas y es lo mejor para ti que estés aquí .
La otra cara de la culpa es el miedo de aceptar que la persona que probablemente está bien
sin ti, soy yo porque justo hace 10 años no tenía planeado gastar energía en pensar que
tendría a alguien a quién instruirle un propósito.
Por favor, no malinterpretes, te amo en toda la extensión de la palabra, tanto, que incluso el “te
amo” no alcanza para expresar todo el amor que limita una frase, un abrazo, una mirada y
todo.
Odiaría sembrar en tu mente la idea y la herida que me corroe hoy, y que en mis años pero
tuyos; el caos por las issues no te alcancen para perdonarme o para ver el imperfecto y
perfecto ser humano que eres.

La pregunta es si me remiendo a mi misma como deconstrucción a mis aprendizajes para
salvarte de los mismos, o solo porque la culpa de no sentirme culpable está terca en darle la
bienvenida a esta etapa de mi vida porque soy mia incluso con el corazón lleno de ti…

Historia Anterior

Banda de Belgas despide el año con «El Tipo del Espejo» Ya disponible en plataformas y el video oficial

Siguiente Historia

Mini Cuento por Fernando Lóriv