“Nuestra resistencia me ha hecho más fuerte, me ha hecho empujar más fuerte, me ha hecho la luchadora que soy hoy y me ha convertido en esta mujer». Así era como Madonna cerraba su discurso por el galardón de Mujer del año otorgado por Billboard en 2016.
Tenía 7 años cuando mis padres me inscribieron a una academia de baile. Estaba en una de las secciones de baile moderno, las alumnas rondaban los mismos años que yo, teníamos varias coreografías, pero una de mis favoritas era “Me against the music”. Era la época Britney, así que era obvio que era de mis canciones favoritas.
Esa canción la amo hasta la fecha y está en mi playlist más pop posible, pero aparte de la voz de Britney había la de alguien más, la de otra mujer, la había oído antes, en los casetes y discos de los 80s que tenían mis padres y de la radio local. Dos años después, en el 2005, publicó una de mis canciones favoritas: “Hung Up” con un sample de “Gimme! Gimme! Gimme! (A Man After Midnight)” de ABBA y desde entonces ha sido una de mis predilectas.
Madonna ha sido una de las artistas más transcendentales de la industria del entretenimiento, su característico estilo, personalidad, ideología y presencia tal vez sean la clave de su papel como la reina del pop. Como mujer ha sido más que un icono, es la viva estampa de que las mujeres podemos romper cualquier tabú.
Dando un boom tremendo en la década de los años 80s, Madonna se ha convertido en una mujer que más allá de ser una cantante, ha sido un reflejo para millones de mujeres que luchan por sus sueños. Con letras trataban de temas ortodoxos como la virginidad y el embarazo adolescente.
Imponiendo moda con accesorios de colores neón, moños y adornos en el cabello, cejas al natural, y haciendo presentaciones únicas como la de los MTV Video Music Awards donde baila con un vestido de novia (y que provocó el enojo de familias conservadoras). Era una chica de 25 años que se estaba abriendo camino en un mundo dominado por hombres de la talla de Michael Jackson, Prince, Lionel Richie, Elton John, entre otros.
La serie Glee le dedicó un episodio especial interpretando sus canciones más famosas, dio vida a la icónica y querida Eva Evita Perón y además por haber tomado margaritas con Jenna Rink en Si yo tuviera 30.
Con canciones como “Like a virgin”, “Express Yourself”, “What It Feels Like for a Girl” y la idolatrada “Vogue” que gracias a El diablo viste a la moda, te sientes caminando por la pasarela de Valentino, Chanel o Versace. Eso es lo que Madonna provoca, hacernos sentir empoderados, capaces de lograr cualquier cosa y romper cualquier regla.
Críticas, escándalos, controversias, intrigas y misterios no la han detenido para que sea la mujer más famosa del planeta. Ha sido y será un ejemplo de lucha para cualquier persona sin importar su raza, idioma u orientación sexual.