Roma en general me dio flojera, supongo que en aspectos técnicos de cinematografía, los cuales desconozco, es muy buena. Narrativa y argumentalmente, no me resulta extraordinaria, de hecho es una fórmula muy del estilo Televisa.
Me encantó la forma en la que la figura de Yalitzia, sacó lo peor de la farándula y la opinología mexicana.
Me encanta ver a los que históricamente han sido marginados y excluidos, ocupar lugares que sistemáticamente les son negados.
Me encantó, por ejemplo, ver a Yuawi, un niño indígena, cantando y sonando en todos lados en vez de verlo en un camellón vendiendo dulces, me encanta ver a la gente que triunfa y a la que no le romantizan la pobreza.
Me encanta la comezón que provoca ver que alguien que no se adapta a sus concepciones de belleza tan europeizadas, ocupar los espacios que consideran exclusivos de la gente blanca.
No creo que exista ningún tipo de paradigma roto ni ningún tipo de trasgresión cultural al sistema de cultura institucional en el hecho de que Cuarón ganara algo, porque Cuarón es un hombre del sistema, Cuarón de hecho, és el sistema, al punto de que con su dedo sagrado, llevó a una maestra normalista a la escena mundial. Por cierto, Yalitzia es una maestra normalista como esos 43 que fueron asesinados por el régimen de Peña, formada en una escuela rural de esas a las que tanto intentaron desaparecer los gobiernos del PAN.
Respecto a ganar Oscars, simplemente se trata de un reconocimiento que se otorga de acuerdo a la agenda política que convenga al interés de la industria del entretenimiento en Hollywood, que por cierto es sumamente poderosa y desde hace algunos años, se ha identificado más del lado de los demócratas. Así que por eso tanta pretención de inclusión y diversidad, por llevar la contra a Trump.