Tu piel promesa.
Tus ojos paraíso.
Tu rebeldía dibuja en mis brazos
destino
futuro
sorpresa.
Tu sonrisa tatúa un -siempre- en mi respiración,
Tu intelecto alarga i d e a s que alguna vez,
dejé entrever
Cultivas -te amos- si tu nobleza
reinventa otra ciudad de mi mano
cosecha lista,
para tus labios.