Muerto Yahya Sinwar, la pregunta obligada y urgente es: ¿cuál es el estado de los rehenes en manos de Hamás?
Como no existe un liderazgo personalizado tras la eliminación de Sinwar, no hay un contacto oficial con quien negociar. Asimismo, por la complejidad de la estructura y el funcionamiento de facciones dentro de la Franja de Gaza, al parecer los rehenes están en manos de distintos grupos satélite. Actualmente, existen 101 secuestrados dentro de Gaza, sin embargo, se estima que apenas la mitad puede seguir con vida. Considerando que ya ha pasado más de un año en que fueron secuestrados, todos son (o deberían ser) considerados prioridad humanitaria. No sabemos cuál es su estado de salud, que debe ser precaria. Considerando el terrible estado en el que se encontraron los seis rehenes asesinados el pasado agosto, todos deben presentar un extremo estado de vulnerabilidad. Entre quienes han podido ser rescatados con vida, Amit Soussana que recientemente ha hablado ante la ONU, más de una vez ha dado su testimonio sobre la agresión sexual que sufrió en cautiverio. Algo a lo cual están terriblemente expuestas el resto de mujeres israelíes secuestradas.
Retomo la reciente eliminación de Sinwar, ya que se han publicado los documentos encontrados por las Fuerzas de Defensa de Israel, en los cuales está la relación de secuestrados y su distribución en el territorio de Gaza. Considerando que hay rehenes que han sido rescatados de casas particulares de civiles e, incluso de periodistas palestinos, la red de complicidad y la ausencia de una cadena de mando vuelve difícil negociación. No hay garantía de que Hamás tenga completo control de la custodia de todos los secuestrados.
David Barnea, director del Mossad, ha viajado a Catar para continuar con la ronda de negociaciones, ante un panorama muy distinto que el de intentos anteriores de negociación. Hamás está prácticamente aniquilado. Hezbolá, en Líbano, ha recibido golpes devastadores (la operación de los beepers, la eliminación de sus líderes, la destrucción de su patrimonio) que, si no lo han inutilizado (algo extremadamente difícil, incluso para Israel) sí lo han debilitado severamente. Y tenemos el recientísimo ataque de Israel a Irán, como respuesta disuasiva a la agresión iraní con misiles del pasado 1 de octubre. Una operación cuya magnitud y consecuencias reales podremos dimensionar apropiadamente en las próximas semanas, pero que parece haberse visto influida tanto por la grave filtración de inteligencia bajo la responsabilidad de Estados Unidos, como por la presión internacional y los distintos intereses de las potencias mundiales en la región. Así como por el factor, no menor, de un escenario en el que las elecciones presidenciales en Estados Unidos están encima, más cerradas y polarizadas que nunca: mientras los demócratas apoyan a Israel con una mano y lo sabotean con la otra; Donald Trump ostenta una retórica de apoyo a Israel que, en el fondo, parece una vulgar estrategia electoral.
Al corte de la redacción de este artículo, el presidente egipcio propone una tregua de dos días a cambio de cuatro rehenes; presumiblemente, dos de ellos serían los secuestrados de ciudadanía rusa por los cuales habría una mediación por parte del gobierno ruso, con quien Israel tiene una relación compleja (Rusia es aliado de Irán). Mientras tanto, en los profundos túneles de Hamás, decenas de israelíes sufren en manos de sus captores. No sabemos si ya perdieron la esperanza de salir de la pesadilla en que se encuentran. No sabemos quiénes realmente siguen con vida. Con todo, aún esperamos todos los días la noticia que anuncie su liberación. Desde tiempos del profeta Moisés, libertador de los hebreos bajo el dominio del faraón, la exigencia de Israel sigue siendo la misma: “deja ir a mi pueblo”. Y ya es tiempo de que todos vuelvan a casa. #bringthemhomenow
postficciones@gmail.com
*Roberto Godoy (Aguascalientes, 1989). Escritor. Becario de la Fundación para las Letras Mexicanas (2017-2019). Becario del Fondo Nacional para la Cultura y las Artes 2023. Actualmente estudia el Doctorado en Estudios Sociculturales en la UAA.
