Silencio incómodo por Gabo Díaz

A pesar de los gritos de pulmón, las cientas de pancartas que tienen escritas las pesadillas de los que les invade el miedo y angustia, a pesar de las calles cerradas de principio a fin, las escaleras llenas, las velas encendidas, y de todo lo que podemos hacer o no el día de hoy, mañana e incluso toda la semana; hay algo que no me deja dormir. No es la primera vez, y me duele decirlo pero por dentro sé que no será la última en mi ciudad, y no importa desde dónde esté leyendo esto porque pasa en todo el país. Llevo días sin dormir bien, a veces me levanto en la madrugada pensando en cuál es la solución más factible ante esta atroz situación.

Pero, ¿Cuál es el pinche origen de la duda que me carcome y el silencio incómodo que me invade? No me refiero al gobierno, que si bien tiene toda la autoridad debe poner orden, tampoco a las instituciones que saben lo que pasa y se callan, hablo del maldito ser humano.

Porque a pesar de que hago mucho ruido, no consigo desaparecer el silencio incómodo entre los pasillos. ¿Nos faltó un abrazo de papá en la niñez? ¿Mamá debió ser más dura? ¿Es porque crecieron sin tutores? ¿Malas amistades o decisiones? ¿Algún sueño frustrado? O ¿Quizás una enfermedad o estúpido fetiche, aunque suene cruel? No lo sé.

Historia Anterior

#SinLosCuatroNoHayTrato: Cachetada con guante blanco. por Dr. Perros Muertos

Siguiente Historia

Nos faltan por Jesús Emmanuel León.