Mi nombre es Carlos y tengo 11 años, vivo con mi madre y mi padre en este vecindario, se acercaba mi cumpleaños y lo que más deseaba era esta consola de videojuegos que todos mis amigos tenían, una game boy, pero mi madre me decía que no la podían comprar ya que éramos clase media, pero yo era feliz, porque mis amigos vendrían, tendríamos pastel, lasagna, mi comida favorita, y mis primos vendría a jugar y traerían su consola.
Pero algo pasó entre mis padres, ellos pelearon mucho por esto de mi cumpleaños y a veces las discusiones eran muy fuertes, yo corría a mi cuarto cuando ellos discutían así, ya que oía a mi madre gritar y siempre sacaba a mi conejo guardián, Bobo, aunque incluso él le temía a mi padre, pero eso solo hacia a mi madre llorar y abrazarme una vez que mi padre se iba a la recamara y mi madre acababa muy desarreglada.
Cuando llegue a casa hoy, mi madre me sorprendió con mi consola de videojuegos y un juego incluido, yo estaba muy feliz y la abrace aun con la caja en medio, me sentí muy feliz pues ahí mis padres no peleaban aunque mi padre se veía muy molesto, durante la fiesta, mi madre alejaba a mi padre de los invitados, él olía mucho a alcohol, él bebía muchas cervezas; una vez incluso hice un proyecto de la escuela hecho de latas de aluminio, mi padre acabó por irse de mi fiesta, cosa que dejo muy triste a mi mamá, pero ella quería que disfrutara de la fiesta, yo seguí jugando con mis primos y me divertí mucho hasta que la noche llegó, mi madre despidió a los vecinos y cerro las puertas, cuando le pregunte como entraría padre ella me dijo que él tiene llaves y me cargó y me llevo a mi cuarto.
Me bañé, me cepillé mis dientes yo solito y ya me iba a dormir, cuando mi mami entro y cubrió mis ventanas con las cortinas y me dijo que si oía algo o a alguien tocar, fuera con Bobo y le avisara, ella entonces cerró la puerta de mi cuarto después de arroparme y se fue dejando la luz del pasillo encendida, aun cuando ya debía dormirme me quede jugando en mi game boy junto a Bobo, pero algo no estaba bien, Bobo me decía que mi madre necesitaría de su ayuda, así que me levanté y quise ir a la sala, mi madre esperaba con algo largo, como un bate, entre sus manos y la televisión prendida, en se momento sentí algo temor pues parecía enojada, pero Bobo me inspiro a tener coraje, estaba a punto de salir cuando alguien toco la puerta apresurado, mi madre se sobresaltó y casi se caía del sofá por el susto, corrió a la puerta con el bate y empezó a gritar a alguien que se fuera y que nunca volviera más, entonces esa persona, rompió la puerta, volví corriendo a mi cuarto y cerré la puerta con cuidado, como lo hacen en las películas y me arropé junto con Bobo en mis sabanas, saqué su cabeza para que cualquier malo viera que estaba bien protegido, solo pude escuchar muchos golpes, a mi madre gritar y después escuche a mi padre gritar muchas palabras malas hacia mi madre, entonces parecía que el venía a mi cuarto, pues sus pasos se escucharon por el pasillo, pero entonces mi madre lo frenó y hablaron por un rato, pero entonces escuché más golpes, golpes muy raros pues se escuchaban mojados o que golpeaban carne, como mi madre lo hacía cuando comíamos filete, entonces esuché el grito de una mujer, y que mi padre salió corriendo y se subió en su auto, como una urgencia, fue cuando vi después a mi vecina, la señora María por la ventana de mi cuarto, ella me saco y me dejó esperando aquí con ustedes oficiales.
Archivo del caso 9755. Evidencias:
- En la cocina se encontró una caja de cartón pintada con muchos colores, aplastada y con los siguientes objetos adentro:
- Una caja de lápices de colores abierta y mojada con un poco de cerveza.
- Un par de libretas de raya con portadas de caricaturas, las cuales estaban maltratadas de los espirales y las portadas.
- Una caja de plastilinas, mojada con licor.
- Una carta hecha en una hoja arrancada en la cual se puede leer:
“Feliz cumpleaños Carlos, te ama tu papá, no quiero que creas las mentiras de la zorra de tu madre, ella ya me tiene arto, tengo ganas de matarla de una vez, te llevaré lejos conmigo, llevaremos a Bobo y seremos felices, ya verás.”
El oficial Jonhson que cumplió con el caso en labor extracurricular de detective, detuvo al padre de Carlos dos días después de lo sucedido, detalle que lo impulso para ser promovido a detective del departamento, en un testimonio narrado para la prensa por el ahora detective Jonhson afirmo “en mis 20 años trabajando, no ha habido caso que me haya tocado más el corazón como este, ya que vi a este chico crecer pues lo reconocía cuando lo veía por la calle, he visto asesinatos, secuestros y robos, pero siempre interactuó con elementos comunes de la vida de un oficial, pero este chico, rompió ese panorama “