Los dichos del alcalde de Guanajuato sobre los turistas que no gastan, no fueron un "error" o un "resbalón", quizá si tengan cierta carga de clasismo, pero más allá de lo evidente, lo que en realidad significan esos dichos, son la proyección más profunda de alguien que mira en el poder público una plataforma para hacer negocios particulares.
Lo que el alcalde quiso decir de manera más puntual y asertiva, es que a nivel personal un turista que no gasta su dinero en los hoteles y negocios que le pertenecen, que son el Hotel Valenciana, la Posada San Francisco, el restaurante Tierra Adentro y el Museo Casa de los Lamentos, no le sirven. No le interesan y no le son útiles en ningún sentido.
Los dichos del alcalde reflejan de manera transparente que en realidad le tiene sin mucho cuidado la ciudadanía guanajuatense, su preocupación real es el bienestar de sus negocios, y es que ¿Para qué otra cosa sirve el poder público si no es para ponerlo al servicio del capital? ¿Para qué hizo una carrera política que lo ha llevado a ser diputado, director de área y organismos públicos o miembro de organizaciones sociales, sí al llegar al máximo puesto ejecutivo de su municipio no iba a poner toda la estructura pública al servicio de sus negocios y enriquecimiento?
No existe un gobierno del PAN que no haya actuado de esa forma. Recordemos que los regímenes de Fox y Calderón, sirvieron de plataforma para poner al servicio del capital todo el aparato del estado y recursos de la nación; práctica del neoliberalismo que si bien inició Salinas de Gortari, fue más notoria y fuerte en las administraciones panistas.
Ésta es la lógica del neoliberalismo; ésta idea del poder público concebida desde la más grande mediocridad del empresariado parasitario que no sabe innovar, que no sabe ser competitivo, que no sabe generar riqueza si no es bajo el amparo del poder político, es lo que en realidad se defiende cuando se vota o respalda a este tipo de políticos.