Escucha las historias
de los viejos:
sus amores y nahuales;
cuando tengas hijos, cuéntaselas,
que conozcan los sueños en los que
cambiaba mi cuerpo humano, por el
de una leona que cazaba crías de otros
animales en la madrugada.
No te hagas pequeña
con la adversidad y
ten presente nuestra sangre,
la misma que se levanta de los
escombros que la naturaleza deja.
Por las calles del centro,
viste tu traje de olán,
y huipil bordado en flores,
mientras suenan las guitarras
con la “Llorona” o “Sandunga”.
Y cuando me vaya de este mundo,
ven a visitarme en Todos Santos,
vamos a tomar el fresco
por las tardes bajo el almendro.
En esta tierra voy a estar,
porque nos enraízamos
donde morimos.
Yo lo haré aquí,
como lo hicieron mis ancestros.
Foto: Graciela Iturbide
Nuestra Señora de las Iguanas, Juchitán, México, 1979 Gelatina de plata Colecciones Fundación MAPFRE