Estamos rodeados de personas que hacen e hicieron historia incluso antes de que naciéramos, y como una nueva manera de estimular la igualdad de género, me atrevo a escribir a mi manera, un poco de la biografía de grandes mujeres que inspiran.
La mujer de este mes, se llama Eufrosina Cruz, una activista y política mexicana de Oaxaca,que se rehusó a hacer tortillas y a tener hijos, como un propósito de vida de las mujeres.
Cuando era pequeña, su papá le dijo que las mujeres no servían para otra cosa más que para tener hijos y hacer tortillas, amenazándola con negarle su apoyo si decidía irse de casa. Por supuesto que ella lloró y juró demostrarle lo opuesto.
Con esfuerzo y mérito propio, con el paso de los años obtuvo su título como contadora y se convirtió en profesora de niñas indígenas como ella, para hacerles ver su valor y potencial en todo aquello que soñaran convertirse.
Su aspiración a algo más grande, la llevó a postularse como presidenta municipal de su pueblo, y aun cuando pudo ganar, anularon su elección porque era algo absurdo para una mujer.
Pero eso no la detuvo. Se convirtió en la primera mujer indígena presidenta del Congreso estatal y actualmente es presidente y fundadora de la organización “Quiego”, que ayuda a mujeres indígenas en la lucha por sus derechos, demostrando así, a su papá y a su pueblo entero que estaban equivocados y que es capaz de hacer eso y mucho más.
No está mal querer tener hijos, querer hacer tortillas, querer casarte, querer quedarte en casa, ni por el contrario, salir a trabajar, vivir sola, no tener hijos. Ser como Eufrosina implica ir contra la corriente para lograr tus sueños y convicciones aun cuando tu familia o pueblo entero no estén de acuerdo, porque quien sabe, quizás un día puedes inspirar a alguien más…
“Cuando una mujer decide cambiar, todo a su alrededor también cambia” –Eufrosina Cruz