Popularidad en la música y el cine

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Querido lector, el pasado 7 de julio de éste año la American Society of Composers, Authors & Publishers (ASCAP) premió al reggaetonero puertorriqueño Bad Bunny cómo mejor compositor del año, situación que conmocionó las redes sociales, que causaron la burla e indignación entre los internautas, señalando que él reggaeton como género musical carece de calidad tanto músical como lírica, principalmente la lírica donde desde hace muchos años se ha señalado que a través de las letras denigran a la mujer y la convierten en un objeto sexual.

Por otro lado, en los últimos años los Academy Awards (premios Oscar), han caído en contradicción al otorgar premios y nominaciones por cuestiones políticas a producciones cómo: Moonlight (2016), Roma (2018), Black Panther (2018), Parasite (2019) por decir algunos, mientras que otros por cuestiones monopólicas como la mayoría de las películas que ha hecho Pixar Animation Studio que es propiedad de Walt Disney Pictures, quien es el eterno ganador a las mejores películas animadas, mientras que en el gremio artístico hay productoras, actores y directores que a la fecha aún no han sido premiados y tienen numerosas nominaciones a través de producciones que vale la pena ver y no son reconocidas tanto por el gremio como por el público y terminan siendo infravaloradas.

En ambos casos, las premiaciones se basan en la popularidad, sobre todo en la música donde es más evidente que en el cine; en los últimos años a partir del desarrollo de la música electrónica dónde inició el uso de loops rítmicos conocidos popularmente como punchis-punchis y la popularidad del reggaeton y del hip-hop cómo auge de la música urbana, al parecer ésto llegó para quedarse, a pesar de que algunos musicólogos digan que el reggaeton debió morir hace algunos años y no pasa de ser música de fiesta, éste genero obtiene continuidad a partir de un fenómeno económico y creativo dónde las disqueras no arriesgan por fomentar algo novedoso, si no que repiten la misma receta una y otra vez para hacer dinero, es por eso que algunos artistas pop han vendido su alma y ahora pertenecen a éste genero como Thalía, Ricky Martin, Chayanne, Shakira entre otros y mientras la gente no pare de aplaudir cómo diría Vicente Fernández, el reggaeton seguirá sonando.

Por otro lado en el cine sucede algo parecido, las películas taquilleras de las grandes productoras tienen toda la cobertura lo cuál deja fuera a las producciones independientes, por eso cuando llega la temporada de premios no están premiando a las mejores películas como se supone que debe ser, si no que premian a las más populares que fueron introducidas por los grandes de la industria a pesar que pensemos que algunas de estas no valen la pena.

Entonces querido lector, la popularidad  suprime a la calidad, así que cuando vea una mala película o sus vecinos escuchen reggaeton tenga ésta frase en mente: «El que un montón de moscas se arrimen a un mojón, no quiere decir que sea bueno».

 

Emilio López. Guanajuatense, egresado de historia por la UG, cinéfilo y melómano.

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