El progreso tecnológico se permite sólo cuando sus productos pueden aplicarse de algún modo a disminuir la libertad humana. George Orwell, 1984
Foto: Dirección General de Medio Ambiente León, Gto.
Una empresa de apenas medio año de iniciar operaciones ha logrado un acuerdo, con el Ayuntamiento de la ciudad de León, Guanajuato, para erigir en el cruce del bulevar López Mateos con Francisco Villa un falo luminiscente, como prueba piloto según afirma la página oficial de la dirección ambiental del Municipio. La ciudad zapatera es una mole de concreto que ya presenta muchos problemas por la guerra declarada contra el arbolado urbano por sus sucesivos ayuntamientos, quienes ven en los sempiternos lozanos un enemigo público al que hay que erradicar en favor de los corruptos negocios encubiertos de Obra Pública.
Foto: Dirección General de Medio Ambiente León, Gto.
El dinero manda
EcoScience Lab es el negocio mencionado y va de crear productos que limpien el aire, como los árboles pero más lucrativo el asunto “¡y pum, nos hacemos ricos!”, ya resuena en mi cabeza su celebración sin haberlos escuchado hablar en persona. Esta “startup (paps)” pone en sus redes sociales cosas tan contradictorias como “we love earth” y su obvia postura a favor de la deforestación con argumentos que reprueban los bosques como productores de oxígeno y aseguran que es el mar el principal pulmón terrestre. 75% de la superficie planeta es marina y hay menos del 15% son áreas naturales protegidas en el planeta.
Foto: obtenida del sitio web de: EcoScience Lab
Aunque las premisas fueran verdad, su argumentación es contraria a la preservación de la naturaleza, y en su fervor olvida que los habitantes de las ciudades ocupan aire limpio en su entorno, no a miles de kilómetros. ¿Cómo puede una empresa que promueve la deforestación del arbolado urbano proponerse como ecológica?
Esta agencia de “aires limpios” sabe perfectamente que los árboles no dejan, tanto es así que los ofrece de regalo a quien le haga propaganda con una “selfi” y un “hashtag” en redes sociales.
Su “avance tecnológico” y su “cuidado ecológico” recuerdan a la ya desmentida leyenda del bolígrafo espacial, pero esta ominosa historia resulta cierta y lo que es peor no es la única o primera en el mundo.
La tecnología usada no es siquiera pionera. El caso nacional más reproducido en medios es la torre de Biomitech, en Puebla. Aunque este tipo de trastos serían óptimos en espacios cerrados como centros comerciales oficinas o industriales, los espacios abiertos requieren de zonas de sobra y oxígeno a lo largo y ancho de sus arterias urbanas.
Sin embargo, la necesidad de mantener el arbolado urbano es por razones más allá de ser pulmones que las generaciones de concreto no entenderán, posiblemente, nunca. Los armatostes como el poste verde de EcoScience Lab no contribuyen a reducir el calor y además requieren de energía eléctrica para funcionar.
El exterminio de los ciudadanos verdes
El Ayuntamiento de León sigue aprobando la tala indiscriminada de la flora de la ciudad, a pesar de que confiesan que hay un déficit del 50% de áreas verdes en localidad zapatera. “Sólo de julio del año pasado a junio de este año, la Dirección General de Medio Ambiente de León aprobó la tala de mil 266 árboles”, afirma El otro enfoque, medio independiente, a partir de declaraciones de la misma directora de Gestión Ambiental, María del Carmen Mejía.
El pleno leonés no es la excepción, todas las ciudades del Bajío han declarado una guerra de muchos años en contra de la naturaleza. La obstinación por cubrirlo todo con asfalto parece ser una característica identitaria de las generaciones de concreto, ven cada losa de cemento como un logro del progreso decadente que ha llevado la posible supervivencia de las nuevas generaciones ante una amenaza inminente.
Uno de los cambios de consciencia que se debe generar en nuestros dirigentes civiles es la defensa del arbolado sobreviviente, y la reforestación de las calles, plazas, parques, escuelas y demás espacios públicos.
Foto: obtenida del sitio web El Otro Enfoque
¿Por qué proteger cada árbol en la ciudad?
Los seres vivos esmeraldas que permanecen en su territorio enemigo tienen muchas funciones para el bienestar y la salud personal de los citadinos que un poste no podrá cumplir nunca.
Además de la captura de contaminantes atmosféricos y atenúar el efecto invernadero al capturar bióxido de carbono; los árboles absorben el ruido urbano, interfieren en las precipitaciones lo que reduce las inundaciones pero al mismo tiempo ayudan a retener el agua en el suelo en temporadas de sequía, reducen y desvían el viento, contribuyen a la higiene local a pesar de que son vistos como productores de hojarasca reducen las partículas de polvo y ollín, conservan la energía evitando calentamiento y enfriamiento, protegen la piel del humano de los rayos ultravioleta emitidos por el sol, y magnificados por la debilitación de la capa de ozono, reduciendo los índices de cáncer de piel.
Foto: obtenida del sitio web El Otro Enfoque
Entre los atributos urbanísticos y arquitectónicos del arbolado están; mejorar el paisaje, dar estructura a los espacios públicos, regulan la temperatura interna de los edificios cercanos, y les brindan frescura en temporada de verano y calor en invierno.
Además, Los árboles aportan beneficios sicosociales a la comunidad como son: condiciones favorables para la recreación, reducir las actitudes violentas en la población, aliviar el dolor y facilitar la recuperación de los enfermos, facilitar el contacto social entre las personas, crear sentimientos de relajación y bienestar, proveer privacidad y sensación de recogimiento y contribuir al sentimiento de orgullo de comunidad y de propiedad.
Foto: obtenida del sitio web El Otro Enfoque
Con una planeación urbana más óptima para el bienestar social, se puede usar el arbolado urbano para producir alimentos en zonas marginadas y crear hábitat para distintas especies animales y vegetales.
El arbolado urbano reduce el calor de su zona cercana, y contribuye en general a que la mancha urbana requiera de menos aparatos eléctricos para enfriar los espacios interiores, con ello baja el consumo de energía eléctrica, una función de la misma importancia que limpiar la contaminación generada por las emisiones de automóviles, negocios e industria.
En un momento crítico en el que los ciclistas de la ciudad pelean por un metro y medio de vida contra los testarudos automovilistas, se vuelve relevante quién y qué tiene derecho al espacio en la mancha urbana.
La defensa de algunos ecologistas será cada vez más relevante, conforme avanza la devastación de la naturaleza, protestar por salvar cada árbol se volverá más importante que la defensa de nuestra propia vida; conforme el antropocentrismo sea desplazado por una cosmovisión en donde nuestra especie es sólo una de entre muchas que viven en nuestro entorno, el ecocentrismo, las personas comprenderá lo relevante que la vida de cada árbol es para ellas y los suyos. Hasta entonces, se seguirá escuchando con desprecio el mote de “abrazaárboles” sin comprender que la indiferencia ante la tala de cada espécimen incrementa nuestra exposición a la contaminación de la ciudad.