Esta noche el Teatro Juárez se ha vestido de gala para recibir a la soprano armenia Varduhi Khachatryan, quien viene con el único propósito de celebrar junto con el Festival Internacional Cervantino el centenario del natalicio de la cantante de ópera más eminente del siglo pasado: María Callas. Y no es casualidad que hayan elegido a la talentosa artista para un evento tan especial, pues ha sido galardonada con el premio Maria Callas en el año 2013 y ha viajado por el planeta llevando a cabo representaciones en su honor.
La artista sale a escena engalanada con un vestido rojo con capas de tul que le da un aire etéreo, además de portar un abanico a juego que la dota de coquetería, rasgo tan común en las cantantes de ópera. Desde el inicio, es indiscutible que tiene una voz de lo más educada y que su capacidad para sostener notas es realmente portentosa, mientras que la ejecución del pianista que la acompaña deja mucho que desear, aunque eso podría deberse a lo intimidante que resulta compartir el escenario con una mujer semejante.
La melodía “O mio babbino caro”, aria de la ópera Gianni Schicci (1918) y musicalizada por Giacomo Puccini, es una de las piezas por las que María Callas era reconocida, pues su particular interpretación es recordada como una de las más distinguidas de la historia. En esta noche, Varduhi no se ha quedado atrás: su voz logra emanar tal potencia que una onda sonora viaja desde sus labios hacia la dirección en que ella gira su rostro, distinguiéndose una variación en su volumen conforme la ondulación mueve su curso. Jamás había experimentado algo semejante, se me erizó la piel en automático y no fui la única ni de cerca; en cuanto terminó, las y los asistentes prorrumpieron en aplausos, exclamaciones (¡bravo!, ¡bárbara!) y chiflidos. No es ni la mitad del evento y ya nos tiene a todos completamente conquistados.
Casi cada actuación es mejor que la anterior. Su capacidad vocal está totalmente bajo su dominio, la maneja a su antojo cual instrumento al cambiar de tesituras, por lo que apreciar este concierto va más allá de lo placentero, es embriagante. La audiencia padece un embelesamiento colectivo a merced de la soprano armenia y, por si no fuera poca la algarabía y conmoción, en la última canción, la cantante lanzó triunfalmente confeti mientras entonaba unas impetuosas notas finales.
Luego del intermedio, Varduhi apareció con un vestido exactamente igual al primero, pero en rosa mexicano, quizá elegido con el propósito de rendir homenaje al nuestro país. Queda la duda en cuanto a si sólo eligió al mismo diseñador o si el vestido era ese tipo de ropa novedosa que cambia de color en función de la luz.
Tributo a Maria Callas
Varduhi Khachatryan
19 de octubre de 2023
Teatro Juárez
Fotografía: Leopoldo Smith (cortesía FIC)