Road Movie 5 por Gabriela Cano

Mamá estuvo 24 horas en labor de parto

tanto tiempo sin querer nacer

para llegar a los 30

con un coche al que no le sirven los limpia parabrisas.

Mal que toque llorar delante del semáforo

y que esconderse en el volante

no evite una mentada.

He dejado de mirar el retrovisor

para evitar las caras de los conductores

que dirán

loca

mujer deprimida

idiota,

eso es más intimidante

que detenerse  

a mitad del trayecto

para no llegar a casa.

Mal que se descomponga la direccional

de tu vida

del retorno

de la calle en doble sentido.

Bien porque ya tengo licencia de conducir.

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